Lawfare y periodismo del mal
En el Perú la justicia y el imperio de la ley es aplastado por la “lawfare”, ese mecanismo persecutorio que los caviares tratan de normalizar. El término es una combinación de las palabras “law” (ley) y “warfare” (guerra), y describe el uso de los sistemas legales y judiciales con fines políticos, económicos o militares. Es emplear estratégicamente la normativa vigente para dañar, deslegitimar o neutralizar a un adversario.
Este uso de los procedimientos legales para perseguir a oponentes políticos, incluye acusaciones penales, demandas civiles o investigaciones judiciales que buscan ensuciar la reputación de un político. Alan García fue víctima de esa maleficencia, como lo es hoy Keiko Fujimori, al reabrirse sin base el “caso cócteles”. La presidente Dina Boluarte no se salva de tal manipulación: su hogar familiar y la mismísima casa de Gobierno fueron allanadas y el ‘caso Rolex’ amplificado a niveles de histeria colectiva. Si algún delito ha cometido Boluarte será investigada y juzgada al culminar su mandato en 2026.
El jueves -vale la pena repetirlo- la periodista Milagros Leiva, en Willax, mostró un documento que confirma la existencia de un acuerdo con la oenegé IDL; esa organización anti peruana donde pululan Ernesto de la Jara, Susana Villarán y demás caviar-comunistas, como Gustavo Gorriti. ¿A santo de qué una coordinación oficial con los zurdopatas?
El Dr. Vladimir Cerrón, comunista él, hoy prófugo de la justicia y gran conocedor de la teoría del poder, denunció una y otra vez en su cuenta de twitter, hoy X, que era víctima de la lawfare y los peligros que esta práctica suponían para los peruanos. Nadie lo escuchó ni le creyó porque él era el afectado, pero tiene razón.
La prosti-prensa es la gran cómplice de la lawfare, pues amplifican acusaciones, muchas veces infundadas, contra individuos o entidades. La prensa basura es la gran plataforma usada para influir a sus audiencias, incluso si son apenas burdos montajes.
Los nombres de estos periodistas sicarios se empiezan a conocer por Jaime Villanueva, ex asesor de la destituida fiscal Patricia Benavides, justamente por lo que él reveló. ¿Por qué cuando se refiere a los periodistas, fiscales o caviares es falso? Los prosti-periodistas son selectivos enfocándose en los aspectos que favorecen la narrativa de quienes se benefician del lawfare, y evitan dar un contexto de los hechos.
Es esa prosti-prensa a la que le filtran información reservada, aún en investigación o parcial para influir en las audiencias, realiza juicios mediáticos, discute y sentencia en la arena pública, como si no existiera un sistema judicial. Y peor, existen fiscales ideologizados y periodistas que coordinan, con ellos, cómo presentar la información.
Es deber de los periodistas abrazar los más altos estándares éticos, investigando a fondo, brindar coberturas equilibradas y completas porque los medios no deben ser, como ya lo son algunos, la herramienta más poderosa para el lawfare. Gente inocente ha sido condenada por una simple información periodística de los esos que se venden por un pan con mermelada, premios y viajecitos.
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