Lo que está en juego no es juego
El populismo es cruel y perverso. Hace creer a los más pobres que sus problemas pueden solucionarse rápidamente con una ley o una decisión del gobierno. Ofrece soluciones que descansan sobre una idea o un deseo, pero que no tienen una base real para remediarlos. Quitarle al que tiene para dárselo a otros, como es el caso de la distribución de los fondos de las AFP, es el más claro ejemplo de cómo el comunismo quiere solucionar los problemas de los pobres.
La solución a la pobreza es creando oportunidades para que las personas puedan crecer personal y socialmente. La evolución de las sociedades nos ha demostrado la historia, se realiza sobre la base del esfuerzo individual de las personas para estudiar y trabajar, las cuales se efectúan en un clima de libertad y de estabilidad democrática.
El Estado totalitario, sea comunista o de extrema derecha, ha fracasado. El mundo moderno se rige por el pragmatismo. La solución de los problemas, se resuelven con realismo y no aplicando una ideología. Lo mismo pasa en los países; el sentido común y las soluciones de los problemas sociales son producto de una buena lectura del cómo se desempeña una sociedad y del mundo que la rodea. El totalitarismo lo que busca es que “unas pocas personas piensen por el resto de las personas”. Los gobernantes en el totalitarismo no creen en la libertad de pensar ni de actuar de aquellos que conforman un país. Ellos pretenden apropiarse de la mentalidad de las personas y de su riqueza individual, creada con esfuerzo a lo largo del tiempo, para ser entregadas a aquellos que no han podido crearla.
Qué fácil es para el señor Castillo proponer la apropiación de los bienes y recursos privados para regalarlos. Es lo mismo que hizo Chávez en Venezuela y ahora vemos los resultados; millones de venezolanos están dispersos por el mundo al verse despojados de su libertad y de las oportunidades para su crecimiento individual y económico.
El 6 de junio nuestro país definirá si seguimos en libertad política y económica, o elegimos un gobierno comunista que pretenda quedarse en el poder por quien sabe cuánto tiempo. La democracia permite la alternancia del poder, no seamos ilusos al creer que el comunismo es una opción de vida y desarrollo. El comunismo fracasó y no pretendamos que nuestro país sea la excepción.
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