Los escenarios de la crisis ocasionada por Castillo
La crisis actual nos muestra a un Pedro Castillo al ataque, reacomodando su estrategia para tentar una mayor confrontación. Ha endurecido su Gabinete con una primera ministra que en buena cuenta no ha pasado de ser una mala ministra de las carteras de Cultura y de Trabajo y una parlamentaria intrascendente. Además de sus cuestionamientos morales carga con resistencias importantes entre los mismos referentes de la izquierda marxista, de buena parte del empresariado y de la prensa. Es una provocación abierta al Parlamento. En el Gabinete todo hace indicar que Cerrón ha incrementado su influencia.
Si bien parecía que el tiempo le jugaba a favor a Castillo y con la inercia se iba a seguir fortaleciendo, esta actitud de ir al todo por el todo puede hacernos suponer que deben existir algunas circunstancias -quizás fiscales o judiciales- que han hecho al aún Presidente tentar una arriesgada apuesta que podría incluso dejarlo fuera de Palacio. Ello y tal vez la convicción de que los votos para suspenderlo de su cargo estén cerca.
Es probable que la renuncia de Boluarte, de la cual seguramente ya estaba notificado Castillo, haya precipitado también la actitud del sombrero. Y es que la sensación respecto a ese movimiento que deja la vicepresidenta es que le advierte a la sociedad política que marca fuerte distancia con el proyecto del falso profesor y se anota para ofrecerse como una transición frente al desorden imperante. Si la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales no inhabilita a Dina la terminará de mostrar como una alternativa.
Tal como lo veo hay 4 escenarios posibles en el horizonte:
1) Entendimiento de Castillo con una mayoría del Congreso -con incremento numérico de “niños”- que les extienda el tiempo de vida a ambos poderes. Apuesta que sería muy transitoria y se rompería pues el statu quo no da para muchos meses más.
2) Castillo es suspendido por 12 meses y asume Boluarte la presidencia con un pronóstico reservado de su continuidad al mediano plazo. Quizás asuma la tesis del adelanto de elecciones para estabilizarse por un año.
3) Dina es inhabilitada y Castillo es suspendido. Asume Williams la transición hasta nuevas elecciones. Radicales tratarían de convertirlo en un segundo Merino. Dependería de la sabiduría que tenga para elegir a su Gabinete.
4) Castillo juega sus cartas a mayor velocidad que el Congreso y envía a B. Chávez y a un siguiente elemento desprestigiado con un discurso agresivo contra el Parlamento. 2 strikes. Propicia una disolución veloz y trata de llevar el escenario hacia una Asamblea Constituyente. En el camino la PNP y las FF.AA. lo podrían dejar en off tipo Evo Morales en Bolivia. Podría usar esto para asilarse.
Lamentablemente en ningún escenario -y hay que señalarlo con determinación- la agenda social de los diversos espacios del mundo popular peruano se ve atendida. Los diferentes sectores: agricultores, mypes, pescadores, transportistas, maestros, etc., están con un descontento acumulado muy fuerte. En esa línea, si por cualquier razón las urnas electorales se abren pueden arrojar sombríos resultados.
Pienso que el Parlamento debe apurarse a aprobar el reglamento de la suspensión y suspender a Castillo. Es bueno que la demanda competencial que presentarán al Tribunal Constitucional venga con una votación de 98 congresistas. Revela un signo mínimo de autoconservación, pero esto puede estar previsto ya por los tácticos de Palacio. Los tiempos pueden ser insuficientes para el Congreso. El falso profesor va por el cierre.
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