Los peruanos no sabemos elegir… ¡MENTIRA!

Quijotes, sorprendente es que solo recuerde a dos políticos de peso decir que los verdaderos y únicos responsables de tener en el poder a los peores, son los partidos políticos. Estos son Martha Hildebrandt y Ántero Flores-Aráoz. Mientras que del otro lado tenemos un ejército de mercenarios, aliados con la corrupción política, responsabilizándonos de siempre votar mal; pero, lo peor es que muchísimos lo creen así.
Hermanos peruanos, son muy pocos los que proponen una revolución, un cambio de rumbo que, de lograrse, determinaría la extinción, o por lo menos el repliegue a sus madrigueras, de los corruptos que actualmente están al frente de los partidos políticos.
Retirémonos las vendas de los ojos, agucemos la mirada; percatémonos que son muchos los que, perseverantes, cumplen la tarea de convencernos, autoresponsabilizarnos e internalizar en nuestro imaginario que siempre hemos elegido nefastos presidentes, congresistas, alcaldes, gobernadores regionales, regidores, consejeros regionales.
Pero eso no es verdad y lo demostraré. Efectivamente, “sería imposible elegir bien” entre los ficticios Sra. KK, PPKK, Castiburro, Caballo Loco, Sano y Sagrado, Lagarto, Terronika, Burroacuña, Ladroncerrón, Camarada Brermejo, Pucha Beyido, Cabezota Leschano, Cosito Chumala y demás engendros seudopolíticos. Peruanos, ante nefasto escenario ¿elegir bien es posible?... pues no; no es posible elegir bien entre la lepra, el sida y la septicemia.
Sin embargo, todos los días, cada fin de semana, vemos como nuestros carceleros del subdesarrollo, secuestradores que nos mantienen rehenes de la pobreza, son entrevistados cual rock stars, cómplices periodistas asalariados de televisoras, emisoras radiales, prensa escrita, redes sociales; los cuales, en dupla siniestra político-periodista, nos responsabilizan llamándonos la atención por haber elegido mal; exhortándonos, con lágrimas en los ojos, a votar bien; que analicemos, que indaguemos rigurosamente antes de votar.
Quijotes, en el Perú, a favor de los Innecesarios, existe un perseverante ejército mercenario conformado por hábiles guerreros que, en apariencia, operan de manera independiente, bajo ciertas tácitas reglas. Todos los conocemos; son los propietarios y periodistas de medios de comunicación masivos, empresarios, industriales, mineros, transportistas y madereros ilegales, narcotraficantes, fiscales, jueces, miembros “no tan aislados” de las FFAA, PNP, Fiscalía, Poder Judicial y, lo peor de todo, un sector de la población que, ya evangelizados, o a cambio de mendrugos repartidos por miles de corruptos seudopolíticos que, recurriendo a las arraigadas instituciones culturales del padrinazgo, mayordomía y otros, ganan elecciones a cambio de polos, gorros, tazas, panetones y utópicas generosas promesas.
Es por eso que, sin afán defensor del cerdito chambeador, del cómico de habla fuerte, del criollísimo sabelotodo, de aquel que propone el cambio o está ejecutando obras, hago notar que está siendo atacado subrepticiamente en complicidad de los medios de comunicación de izquierda y de derecha, pues la consigna es la subsistencia del sistema corrupto, mantener a la población pobre, en ignorancia, inseguridad y necesidad… ¡QUE TODO SIGA IGUAL!
Quijotes, el objetivo de los Innecesarios y sus aliados es lograr que nos autoresponsabilicemos por elegir a los peores al cargo público; y, sobre todo, invisibilizar la innoble responsabilidad de los partidos por postular al cargo público al lumpen.

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