Malestar nacional
“¡Que vaya a la carpa, que vaya a la carpa! ¡Por qué es malo (Vizcarra) e inhumano!. El grito desesperado de Celia Capire increpándole a Martín Vizcarra por la desatención a los enfermos de Covid-19 en Arequipa fue como un balazo en la conciencia del gobernante. Su esposo murió en la carpa al día siguiente. Como otras imágenes de la desgracia humana, la desolación e impotencia de Celia han dado la vuelta al mundo, evidenciando lo que sabemos hace meses: el régimen vizcarrista abandonó a los peruanos a su suerte.
El Perú tiene más muertos por millón que Brasil y más contagiados por millón que EE.UU. El dolor y la muerte asolan al país. Arequipa, Huánuco, Ica, El Callao, San Martín, Piura y muchas regiones más están devastadas por el coronavirus. Y en más de 10 distritos de Lima el contagio aumenta.
El oxígeno sigue escaseando por doquier, hecho inaceptable. Se anunció su importación, también la construcción de plantas, nada de eso ocurrió. Emulando a Loreto hay lugares donde se hace colecta para levantar una planta. La empresa privada lo ha facilitado. Se llegó a la perversión de ‘chotear’ la donación ofrecida por Southern para Arequipa.
El gobierno mira pasar nuestra desgracia con la frialdad del malo, como exclamó Celia Capire. Se dijo oficialmente lo ya conocido: no hay camas UCI, aunque las anunciaron con un despliegue mediático repulsivo. Los respiradores no alcanzan, faltan médicos, ¡no les pagan!, los equipos sanitarios son insuficientes. En las arcas fiscales hay dinero nuestro que no se gasta.
Se repite el mismo esquema de ineficacia e indolencia del gobierno de Kuczynski con el fenómeno El Niño. Crean una fanfarria mediática y mentirosa para maquillar una imagen agujereada. Ambos son personas independientes de trayectoria irrelevante con un cerro de denuncias por corrupción.
El cambio de gabinete busca distraernos de la debacle que vivimos. Prospera nuevamente la persecución política bajo la mendaz lucha anticorrupción. Previsiblemente, suspendieron al fiscal Chávarry. Persiste el plan de ensuciar a quien evidencie el alquiler político de la camarilla que maneja la Fiscalía.
El actual Premier tiene una investigación fiscal por la compra de 25 helicópteros rusos MI-17 a US$22 millones. El gobierno aprista adquirió seis a US$12 millones. Grosero. A cualquier otro, esto le hubiera impedido ocupar el premierato. Es clarísimo el poder que da el cargo. Puede trabajar en lo privado, no en la función pública.
¿Podrá Pilar Mazzetti, ministra de Salud, enmendar este desastre? Trabajar para mejorar la imagen de Vizcarra solo la llevará al fracaso. Urge la adquisición y toma masiva de pruebas moleculares, las únicas que sirven y permiten aislar y cercar al virus. Mazzetti –médica reconocida– lo sabe. Que monte hospitales donde se requiera y compre ya respiradores. Si Vizcarra se lo impide, el dolor de Celia Capire lo perseguirá.