Mi «bola de cristal» y las predicciones para la nueva mesa directiva
Es muy probable que la composición ideológica de la próxima Mesa Directiva del Congreso se torne distinta a la que hasta ahora hemos conocido. Sus integrantes representarían posiciones de centro y de izquierda, lo que hará que la agenda legislativa y política cambie. El control a los actos del gobierno será más agudo y la “luna de miel corta” iniciada el 7 de diciembre, entre el Congreso y el Ejecutivo, se acabe para fines del mes de julio.
Este probable cambio en la conducción del Congreso se motiva en primer lugar por la fragmentación que existe, donde muchas bancadas piensan que podrían conseguir la conducción del parlamento habida cuenta que la elección de la Mesa Directiva se consigue con los votos de la mayoría simple y las bancadas afines sienten que uniéndose pueden conseguir los votos necesarios.
La segunda razón es que los sectores de centro y derecha no han sabido consolidarse y realizar un trabajo coherente diseñando una estrategia adecuada para buscar acercamientos políticos con bancadas afines y lograr una mayoría cómoda de cara a las elecciones de la Mesa Directiva y luego a la composición y dirección de las Comisiones. Y la tercera razón es que, al entrar al tercer año del período gubernamental, las posiciones políticas en el Congreso deben tornarse más electorales de cara a las elecciones generales, con el fin de ir captando el descontento popular contra el parlamento y el gobierno.
Ahora bien, muchos podrían pensar que la elección de la Mesa Directiva no es importante ya que solo tiene a su cargo la administración del Congreso y la dirección de los debates en el pleno y otros órganos parlamentarios, sin embargo ello no es así, ya que la percepción política de la opinión pública está dirigida al presidente del parlamento como la voz de todo el Congreso y cualquier declaración política que realice se “interpreta” como la posición de todo el parlamento; es decir si la declaración periodística del presidente del Congreso es contraria a la de la presidenta de la república, inmediatamente se interpretaría como un enfrentamiento de poderes, generando un cisma político entre los poderes Legislativo y Ejecutivo.
Por ello la elección de la Mesa Directiva es de suma importancia en el contexto actual donde Legislativo y Ejecutivo deben mantener en lo posible un equilibrio de cara a la gobernabilidad. En el interregno las negociaciones continuarán, y luego veremos si mi “bola de cristal”, acertó con las predicciones.
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