Montaje del conflicto
Producida la vacancia de la Presidencia de la República, era de esperar la protesta de los grupos sociales que apoyan a Pedro Castillo, y de otros grupos que consideran inaceptable que los gestores de la vacancia aparezcan como la solución democrática para el país; pero se ha revelado en los últimos días que hay una influencia extranjera en los actos violentos que está cobrando víctimas entre pobladores que creen que se disuelven sus esperanzas de justicia social.
La población nacional en su mayoría no se siente representada por los políticos de todos los bandos, sino por el profesor que habla como ellos y que más allá de sus errores, y los actos de corrupción que le endilgan diversos colaboradores eficaces que reporta la prensa, en la cual no creen, está más cerca de su realidad.
Desconocen de golpes de Estado, de orden constitucional, de quiebra de la Constitución, de democracia, todo eso les suena a frases sin sentido que repiten los políticos, en los cuales desconfían, no saben que el buen profesor, con la dirección de ministros, como su entonces vicepresidenta Dina Boluarte, autorizó la vacunación forzada con sustancias que son vacunas de alto riesgo para la salud y la vida, que declaró y mantuvo por decretos supremos la muerte civil de los que se negaron a ser conejillos de indias, que les impidió trabajar, abandonándolos al desempleo y al hambre, en obediencia a la dictadura mundial; que ha declarado públicamente su compromiso con la agenda 2030 de destrucción de nuestra nación y sometimiento al gobierno mundial de la ONU; por eso, ellos quieren que el profesor vuelva al poder, porque creen que los representa, y temen que vuelvan a gobernar las oscuras golondrinas de derecha, tan corruptas como los comunistas que cuestionan, y que Boluarte les abra la puerta.
Lo más preocupante es que extranjeros reivindiquen el montaje de los actos de conflicto en el Perú, y que internamente se reduzca la protesta social a tildar a los manifestantes de terroristas.
¿Quiénes promueven este conflicto? Aquellos que temen que la presidenta interina, como lo ha anunciado, ejecute raudamente las reformas de cumplimiento de la Agenda 2030, a lo que se ha comprometido en el Foro de Davós, dado que el Perú se ha convertido en una plaza dura contra la ideología de género, la legalización del aborto, el uso de la tecnología como medio de dominación, y demás políticas perversas que conlleva, que han ralentizado su sometimiento a los intereses de la élite mundial.
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