Narco-socialismo ecologista

No contentos los comunistas con apoderarse de las banderas del ecologismo, ahora lo hacen los voceros del narcoterrorismo, como el tuco Petro devenido en presidente de Colombia. Su primer discurso en la ONU tuvo por objetivo convencer al mundo que la economía de la cocaína es una nueva vertiente ecologista, de conservación de la naturaleza. Esto como si el monocultivo del arbusto no llevara a la deforestación de bosques y a la degradación de suelos. Además el proceso para la obtención de cocaína utiliza químicos peligrosos que van del benceno al tolueno pasando por el kerosene, entre otros, altamente contaminantes.

En el mismo foro en el que Petro inauguró la era del narco-socialismo ecologista, el ex presidente de Colombia Iván Duque dijo, hace apenas tres años: “el narcotráfico es un depredador del medio ambiente, de la sociedad humana, es el nido de la corrupción y el combustible del terrorismo. A más coca menos paz. El narcotráfico alimenta la corrupción, debilita las instituciones, e infecta el tejido social”.

Ahora Petro, una suerte de hijo mental del tirano Chávez y del narco de narcos Pablo Escobar, quiere hacernos creer que es noble y bueno para el planeta la producción, venta y consumo de cocaína, porque es un buen negocio que deja muchas ganancias y, a su entender, cumple con uno de los principales objetivos de la Agenda 2030, es decir, la conservación y el cuidado del ambiente. Y así la narrativa de la perversidad del narcotráfico empieza a cambiar y ahora resulta que hay que liberalizarlos y apoyarlo por unas razones ecológicas inexistentes. No queda duda que el llamado “socialismo del siglo XXI” es la vía para convertir a nuestra América en una sucesión de narco estados con una población sometida por el dinero de la droga y la adicción a la cocaína, entre otras.

“Los burócratas de la ONU y sus líderes ocultos están felices con el discurso de Petro. Los miembros del Partido Demócrata de Estados Unidos, en especial Joe Biden, así como la revolución woke, pueden aplaudir de pie su “narco-socialismo ecologista”. No tardarán en celebrarlo y replicarlo en sus tierras otros mandatarios como Gabriel Boric, Nicolás Maduro, Luis Arce, Pedro Castillo, López Obrador y acaso hasta Pedro Sánchez, en España”, -escribe en el Panampost Raúl Tortolero, presidente de “Nueva Derecha Hispanoamericana”.

De hecho, Pedro Castillo silenciosamente sigue esa ruta, aunque en julio haya dicho que hay “tolerancia cero al narcotráfico”. Recordemos que meses antes, en abril Rubén Vargas, ex ministro del Interior y ex presidente ejecutivo de Devida, alertó que el régimen había frenado la política nacional de lucha contra las drogas y los programas de erradicación de la coca ilegal.

Los cultivos para el narco están en pleno apogeo. El congresista Guillermo Bermejo propuso un proyecto de ley para la legalización de toda la hoja de coca. Ahorita los rojos nos salen con el cuento de que es para salvar al planeta.

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