No cinco, no seis, pero sí siete

Las novedades del inicio del período anual de sesiones 2023-2024 no tiene cuando acabar, la fragmentación de la bancada de Acción Popular ha remecido los cimientos del Congreso, reconfigurando el mapa político y haciendo que los parlamentarios No Agrupados representen la segunda fuerza numérica en el Congreso. Ahora bien, la facilidad con que las bancadas pueden romperse precisan de urgentes reformas ya que la fortaleza de un parlamento se basa en sus grupos parlamentarios y no en comportamiento individual de los Congresistas.

El reglamento del Congreso define a los grupos parlamentarios como al conjunto de congresistas que comparten ideas o intereses comunes o afines que pertenezcan a un partido o alianza de partidos siempre y cuando tengan como mínimo cinco integrantes. Este número fue establecido en el año 2016 para que los partidos de Acción Popular y el Partido Aprista Peruano, que habían conseguido sólo cinco congresistas, se constituyan como grupo parlamentario y que el Congreso refleje el resultado de las elecciones, ya que hasta esos años el mínimo de congresistas para constituir grupo parlamentario era de seis.

Como apreciamos, el número de integrantes para ser bancada o grupo parlamentario obedeció a una coyuntura distinta a la que tenemos y creo que ha llegado el momento de modificar la organización y el funcionamiento de los grupos parlamentarios para convertirlos el sólidas agrupaciones que le den estabilidad al parlamento.

Con alegría y esperanza escuché en la semana al congresista Waldemar Cerrón, que anunciaba la presentación de un proyecto de resolución legislativa con el propósito de modificar tres aspectos del reglamento del Congreso, el primero dirigido a fortalecer a los grupos parlamentario para evitar el transfuguismo y los dos restantes para incluir a los accesitarios en el caso de las licencias personales prolongadas y cuando al parlamentario se le suspenda por faltas disciplinarias.

Estas propuestas que, oportunamente fueron escritas en mis columnas de las últimas semanas, deben ser completada con el incremento del número de congresistas para la constitución de los grupos parlamentario estableciendo el mínimo de siete integrantes que garantice el numero razonable de miembros, pero además en número impar para lograr que exista una mayoría al momento de votar al interior de cada bancada.

La posibilidad del transfuguismo nace en los partidos políticos al no establecer una línea de carrera previa para que sus militantes postulen al Congreso y tengan madurez en su conducta congresal.

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