No es teoría de conspiración: es conspiración
Cuando en el año 2016 denunciamos la imposición de la ideología de género en la educación escolar y universitaria, y el uso de los medios de comunicación, la música, el arte, la literatura, el cine, la televisión e internet, para transculturizar al pueblo peruano hacia el mal, nos tildaron de “conspiranoicos”.
Cuando en los últimos años denunciamos el uso gubernamental inaceptable de las “políticas” de la muerte: el aborto, las píldoras del día siguiente, la eutanasia, la eugenesia, el suicidio asistido, nos tildaron de “conspiranoicos”.
Cuando, después de habernos impuesto carcelería a toda la humanidad por más de 100 días en el 2020, para colocar las antenas 5G, anunciaron tener la solución al Covid-19, unas sustancias supuestamente en ensayo, “candidatas a vacunas, sin pruebas de seguridad ni de eficacia, pero con altas probabilidades de graves efectos adversos”, como lo dicen textualmente los contratos secretísimos del MINSA con las farmacéuticas, denunciamos esto públicamente y ante la Fiscalía y el Congreso, nos tildaron de “conspiranoicos”. Congresistas y fiscales estaban orgullosos de sus vacunas “que les habían salvado la vida” y se negaron a leer los informes científicos y los mismos contratos.
Cuando comprobamos que todo esto partía de la ONU-OMS, cuestionamos la firma de las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional y del nuevo Tratado de Pandemias, claramente inconstitucionales por vulnerar otros tratados internacionales y los derechos humanos, presentamos un Informe Legal a Cancillería. El Canciller Javier Gonzáles Olaechea lo recibió con respeto, pero toda la organización detrás de la firma siguió adelante con estos crímenes de lesa humanidad.
Las ONG de Soros presionaron su salida; la destructiva Agenda 2030 de la ONU corría peligro con un ministro que empezó a escuchar a expertos sobre diferentes temas de interés nacional.
Ahora que estamos denunciando la imposición inaceptable de la identificación digital para ejercer derechos civiles, la falsa justificación es “tu seguridad”. Ya puedes comprender por qué denunciamos desde hace dos años que estaban generando caos, violencia, terror y muerte como parte de un plan para aterrorizar a la población y someterla a la identificación digital, que parece la tabla salvadora. El jefe de una organización criminal que le llaman “el Monstruo” está sacando a relucir la verdad en Paraguay, clamando para que no lo traigan al Perú porque su vida peligra.
Reconocer la verdad en medio de tantas mentiras oficiales es difícil. En el Día del Periodista, doy gracias al diario EXPRESO, a su Director Antonio Ramírez, que me ha permitido defender la integridad, la salud y la vida del pueblo del Perú a través de esta modesta columna, y que muchos hayan abierto los ojos porque me permitieron decir la VERDAD.
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