No hay mejor candidato
Las elecciones parlamentarias ya pasaron y dar vueltas a lo mismo no tiene sentido alguno. Esta columna tiene por finalidad destacar los méritos del embajador peruano Hugo de Zela, como candidato a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La mencionada Secretaría General es la máxima autoridad de gestión de la OEA, después de su Asamblea y de la Comisión Permanente, y sus funciones son importantísimas, en adición a su influencia ante las dos instancias superiores mencionadas, ya que a través de dicha Secretaría se informa del rumbo de la Organización, de sus tareas, de los encargos recibidos, de la situación del continente, de los conflictos y su solución, así como también del avance del sistema democrático.
ugo de Zela no solamente tiene el conocimiento de las funciones diplomáticas, sino que siempre ha sido un gran operador en ellas y con aquilatada experiencia en la temática multilateral. No creo que exista ninguna otra persona con más conocimiento de la OEA que Hugo de Zela, y no solo conocimiento sino ejecutoria, pues ha sido en dos oportunidades y por bastante tiempo, jefe de Gabinete de la Secretaría General de aquella, partícipe del proceso de pacificación de Centroamérica y miembro de infinidad de misiones de observación de procesos electorales en nuestra América y, por si no fuese poco, también embajador del Perú ante dicha organización.
El embajador mencionado también ha representado a nuestra patria ante Argentina y Brasil, coordinando el llamado “Grupo de Río” y actuando en las negociaciones fronterizas con Ecuador. Actualmente es embajador extraordinario y plenipotenciario del Perú ante los Estados Unidos de Norteamérica, después de haberse desempeñado como viceministro de Relaciones Exteriores, con convicciones democráticas que lo llevaron a la organización del “Grupo de Lima” para superar el autoritarismo que tanto daño viene haciendo a nuestra hermana República de Venezuela, que quiere expandirlo a Centro y Sur América.
Facilitó en gran medida las modificaciones al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, esto es Comisión y Corte del mismo nombre, que habían tenido una deplorable inclinación contra los países miembros amparando excesos de organizaciones supuestamente afectadas en Derechos Humanos, pero que en la práctica habían actuado con violencia para instaurar en el continente ideologías atentatorias contra los intereses de nuestros ciudadanos que claman por paz y prosperidad. No me lo cuentan, fui testigo de ello cuando me tocó representar al Perú ante la OEA.
Como repito, no hay persona que pueda exhibir pergaminos como los de Hugo de Zela para ser el próximo secretario general de la OEA, para lo cual el Perú lo ha propuesto y gestiona la adhesión de otros Estados a esta justa aspiración, que de alcanzarse seguramente hará más eficiente a la OEA, dotándola de autoridad real, además de la exhortativa, para alcanzar la paz, desarrollo y elevación de los niveles de vida de toda la hermandad de los tres espacios del continente.
Ojalá los Estados Unidos dejen de injustamente torpedear la aspiración a que nos referimos.