¡No hay peor Castillo que el que no quiere ver!

Castillo demuestra, en cada acto que ejecuta, que no cavila, planifica, menos lo sopesa; simplemente, él y la banda de improvisados delincuentes que conforman su núcleo, actúan reactivamente sin medir las consecuencias; y, si las hubiera, no les importan. ¿Hasta cuándo sucederá esto sin que la ciudadanía reaccione?

Al igual que en Argentina, Venezuela, Colombia, Chile y países de Centroamérica, las cosas siempre se podrán complicar cada día más, sin que la población se enardezca. El Gobierno sólo debe seguir con su discurso victimizado, adormeciendo a las mayorías a punta de bonos y bonos. La solución es simple y efectiva.

Para muestra un botón. Veamos lo que hace décadas ocurre en todas las periferias de nuestras ciudades importantes. En cada distrito del país, volvemos a ver la disputa por la alcaldía a ranqueados delincuentes corruptos; sin embargo, Los Innecesarios dueños de partidos políticos los seleccionan para postular. ¿Cuál es la estrategia de campaña de todos estos angelitos? Muy simple, engañar, prometer y regalar. Lo mismo ocurre cuando se postulan para la presidencia, para el Congreso, para los gobiernos regionales y alcaldías.

Entonces, ¿la población no se percata de la jugada? Claro que sí, si los peruanos somos recontra peloteros, nos sabemos todas las jugaditas, tenemos cancha, somos barrio. Pero, cuando el hambre aprieta, relajamos la moral, nos hacemos los tercios. Preferimos comernos el sapo, llevar un kilo de arroz y un polo a casa, con la posibilidad de la promesa de lograr un puesto de trabajo si el ladino pillo gana la elección. Es decir, tanto en el ámbito nacional, regional y local, hemos naturalizado, hemos sucumbido a la sucia forma de hacer política.

¿Cuál es la solución? Pues, es multifactorial. Pasa por educar mejor a nuestros jóvenes, reformar el sistema de justicia, el sistema electoral, modificar radicalmente el sistema de partidos políticos, entre otras muchas cosas. Pero, sobre todo, necesitamos generar conciencia política en los jóvenes; debemos sembrar valores familiares y cívicos en ellos. Estos deben apropiarse de la política, deben imprimir su visión modernizante y cambiar todo lo malo que fue instalado y pervive en la actual forma de hacer política.

Quijotes, yo no quiero que surja un Acuña más en la política; tampoco un Luna, Fujimori, Toledo, Vizcarra, Humala, PPK o un García. Quiero ver jóvenes dignos recuperar la política para los mejores. Por eso, en las siguientes elecciones regionales y municipales, no votes por el delincuente conocido, vota por el joven desconocido, sin prontuario delictivo, con buenas propuestas.

¡Jubilación Política Ya! para Los Innecesarios y surgimiento y consolidación de ¡nuevos liderazgos jóvenes a nivel nacional!

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.