¡No le creo a Vizcarra!
El presidente suplente conoce muy bien el arte de la promesa vacía, usada para ganar adhesión popular, sabe muy bien hacer anuncios estridentes que al final no se cumplen: 80 hospitales, nueva carretera central, miles de kilómetros de vías nacionales, mil colegios, reconstrucción del norte, lucha contra la corrupción, etc. Por tanto no le creo a Vizcarra su convicción democrática, no le creo que el proceso del año 2021 va a estar libre de su participación como candidato o su manipulación para favorecer a un candidato o candidata a modo de muñeco de ventrílocuo o marioneta. Más aún si, por efecto de las propias y torpes decisiones personales o de sus asesores comunistas, la pandemia no retrocede en el país y empieza a impulsar la implementación del voto electrónico, que sería la crónica de un fraude anunciado.
Por tanto la oposición democrática debe tener por objetivos dos cuestiones fundamentales: primero organizar una propuesta unitaria en términos de reactivación del empleo orientada a generar 6 millones de empleos en 60 meses desde julio de 2021. En ello los grandes proyectos mineros son claves, evaluando la posibilidad de la propiedad del subsuelo y también por consensuar 10 grandes proyectos de infraestructura estratégicos, tren de la costa, hidrovías de la amazonia, longitudinal de la sierra, Majes-Siguas para el Sur, etc. Pero pasa también -y quizás aún más clave- por resolver la agenda social del agro, por un esquema de formalización popular o lo que otros han llamado “normalización del emprendimiento”, que incluye la pequeña minería; además por impulsar programas agresivos de construcción popular vía cuadriplicar “techo propio” y reactivar “piso digno”; también por potenciar a la pesca artesanal.
En segundo término por evaluar la articulación de una “coalición democrática y social” o un “frente republicano y popular” para plantarle cara a la continuidad vizcarrista, que es autoritaria en lo político y en lo económico no es más que el décimo año del humalismo. El cambio debe ser de recuperación democrática-institucional y de cambio de orientación económica.
Adicionalmente se debe encarar la lucha contra el abuso de los oligopolios, de determinadas posiciones de dominio o de injusticias como por ejemplo el del costo del crédito financiero -que incluye la democratización de la oferta del crédito a más agentes financieros-, también del abuso de los laboratorios respecto al costo de los medicamentos, también del duopolio del combustible y finalmente del sistema previsional y sus cálculos imposibles de 110 años pensionables, edad a la que hoy casi nadie llega en Perú ni en el mundo.
Pdta: una gran felicitación a Elías Rodríguez, Benigno Chirinos, Belén García, Evelin Orcón, Enrique Melgar y demás dirigentes nacionales del CEN del Apra y Mauricio Mulder y José Pimentel de la Comisión Política por su exitosa “Internetón” donde han recaudado fondos para apoyar a miles de familias vulnerables, abandonadas por el Estado, con víveres y medicamentos, en estos momentos de crisis y dolor nacional. También a militantes y colectivos importantes como “Avanzando para vencer” de Cecilia Holgado, o a Hernan Garrido Lecca, Adolfo De Córdoba, Jorge Villasante, Omar Quesada, Miguel Del Castillo, entre muchos otros. Ejemplo que otros partidos nacionales y democráticos - varios de ellos en el parlamento- debieran imitar. Muy bien. #PrimeroElPueblo