¡No lo vacarán!

Hoy los patriotas tomarán las calles por la vacancia de Pedro Castillo. En la batalla están solos. Los empresarios, salvo Rafael López Aliaga y Erasmo Wong, no quieren que el hombre que destruye el Perú sea vacado; el mismísimo presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, SNI, Ricardo Márquez ha dicho que se afectaría la gobernabilidad, como si algo así existiera hoy en nuestro país.

Es un secreto a voces que hasta los mineros no comulgan con la iniciativa y que en el Congreso los partidos ya se acomodaron bajo el ala del sombrero, salvo Fuerza Popular (K) y Renovación Popular (cuya representante Patricia Chirinos impulsó la moción) y uno que otro legislador.

Este Congreso se está ganando a pulso su cierre, y su presidenta María del Carmen Alva y su partido Acción Popular, AP, el repudio de quienes alguna vez creyeron en el ideario y la senda trazada por el decentísimo y dos veces presidente constitucional, arquitecto Fernando Belaunde Terry. Hoy ese partido, apodado acertadamente Traición Popular, no se diferencia en nada de Alianza Por el Progreso, APP, de César Acuña quien ya anunció que no apoyará la vacancia en aras de la gobernabilidad, palabrita usada por todos aquellos que justifican lo injustificable para seguir haciendo plata como cancha y punto. Porque eso es lo que nos diferencia hoy: los que quieren hacer con quien sea y de cualquier modo; quienes apuestan a generar iqueza, conservar lo ganado y arriesgar en un país devuelto a la decencia, la libertad y la democracia.

El líder de Renovación Popular, el empresario Rafael López Aliaga, ha cuestionado duramente al Gobierno y convocó a la gran movilización nacional de hoy para “hacer sentir al Congreso de la República que la vacancia tiene que ser ya. Avanza el comunismo y va a destruir al Perú”.

Los congresistas no parecen entender la urgencia de sacar del sillón de Pizarro a un individuo que, como Pedro Castillo, tiene apenas un grado de separación con el narco terrorismo de los Quispe Palomino en el VRAEM, a través de algunos congresistas de la bancada oficialista. ¿Quieren pruebas? Las hay, visuales y documentadas, los periodistas Milagros Leiva, Beto Ortiz, Claudia Toro, Augusto Thorndike y Phillip Butters las han mostrado hasta el cansancio. La ex procuradora y ex congresista Yeni Vilcatoma, hoy abogada del ex agente encubierto, camarada “Sacha”, lo ha denunciado en cuanto medio ha podido. Y la podredumbre alcanza a Vladimir Cerrón, Guido Castillo, Guillermo Bermejo y otra gente del precario presidente Castillo.

A la aberración de tener a un sindicalista en Palacio de Gobierno, rodeado de simpatizantes de Sendero Luminoso y cercanos a narcos, con compromisos secretos adquiridos con Evo Morales y los cocaleros, se suman los veinte mil dólares encontrados en un excusado de la Casa de Gobierno como si esto no fuera un claro indicio de una coima escondida o algo peor.

La no vacancia de Castillo llevara al subsuelo la popularidad del Congreso que igual será cerrado, porque ese es el plan, mis queridos ¡animales!

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