Nuevas elecciones ya
El Congreso es indispensable para la vida democrática, que duda cabe. Denigrarlo se volvió un deporte nacional. Gracias a ello el ‘Lagarto’ Vizcarra dio un golpe de Estado, ‘disolviéndolo’. La ciudadanía no se alarmó. No le importó. Desprecia a la institución por sus yerros –no son pocos– y por la campaña en contra que arrastra.
Ayer a media noche, hora inconveniente, el Congreso demostró su venalidad y afecto por la corrupción al archivar la acusación constitucional contra cuatro legisladores de Acción Popular, llamados ‘Los Niños’ por Pedro Castillo. Obtuvieron, en promedio, 42 votos de respaldo y 38 en contra. La Fiscalía solo podrá investigarlos cuando se termine su mandato. Es repulsivo que tengan la protección del Parlamento.
Se dice que hay más ‘niños’, llegarían a 54 los congresistas que se vendieron al gobierno de Castillo por obras, cargos y prebendas. Movieron millones. Por ellos se frustró la vacancia del corrupto exmandatario. Pero el profesor chotano cayó por sus propios medios. Dio un golpe y recibió la sanción debida: la cárcel.
Los ‘niños’ votan y bloquean muchas iniciativas parlamentarias. Actúan como una mafia, una verdadera organización criminal. ¿Cómo gobernar y funcionar con un Congreso podrido? Imposible. No fueron los niños el ‘factótum’ de la elección del Defensor del Pueblo, Josué Gutierrez. Ahí participaron perro, pericote y gato. Renovación tuvo 6 abstenciones, igual que votar a favor. Los 12 de Acción Popular y los 23 del fujimorismo apoyaron la nefasta causa. APP contribuyó con 9. Sume a la ultra izquierda y obtiene el desaguisado.
El cargamontón cayó sobre el fujimorismo. Los hechos indican que lo que comienza mal termina mal. La comisión encargada de elegir al Defensor fue descartando a los buenos candidatos. Elvis Vergara (‘niño’) era el secretario. Insólito. Había tres opciones. No se votaba, continuaba la cuestionada Defensora interina, y no podía presidir la comisión que renovaría a la Junta Nacional de Justicia, permaneciendo la actual que busca destituir a la Fiscal de la Nación. Segunda, se apoyaba al candidato Jorge Rioja. El fujimorismo votó por él, pero solo lo respaldaron 57 congresistas y se necesitaban 87 votos. O, se votaba por Josué Gutiérrez, humalista, abogado de Vladimir Cerrón. Una encrucijada.
Josué Gutiérrez tiene un champú en la cabeza. Apoya a Castillo, a Humala, a Keiko a Cerrón. Excongresista se mueve bien entre sus colegas. No tiene preparación y es político (nacionalista). Pese a que algunos minimizan su importancia, la Defensoría tiene oficinas en todo el Perú. Un estupendo espacio para que la ultra se expanda. Probablemente abrirá las puertas a los antimineros y será tolerante con la corrupción. Un desastre.
Afortunadamente la Defensoría no es deliberante y el Defensor puede ser removido por el Congreso. El grave problema es que el Parlamento está corroído por la corrupción de ‘Los Niños’. Con 54 delincuentes solo se transita por las redes de la mafia. Imposible luchar contra la compra y venta del país, se protegen entre ellos. Ejemplo, una necesaria reforma del Jurado Nacional de Elecciones será inviable, los pandilleros tendrán su juego.
La presidenta Dina Boluarte y los congresistas quieren quedarse hasta el 2026. La Constitución se lo permite. La realidad no. Gracias a ‘Los Niños’ padecimos a Castillo año y medio. Mal, pero se puede gobernar con gente mediocre, con los corruptos no. Es otra agenda.
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