Odebrecht y Mentira S.A.
Los fiscales Rafael Vela y Domingo Pérez están en la picota, y su celebrado acuerdo debería incinerarse, pues como se lee en “Hildebrandt en sus trece”: “Más que un acto de contrición o de arrepentimiento, el acuerdo de colaboración eficaz era un asunto de vida o muerte para Odebrecht. Con una deuda global de 16,794 millones de dólares y sin posibilidad de obtener los contratos millonarios de antaño, la constructora brasileña necesita urgentemente liquidez para seguir respirando”.
El periodista ecuatoriano Andersson Boscán, del diario digital “La Posta”, recibió nuevas y reveladores filtraciones sobre el alcance continental de la podredumbre de Odebrecht. Boscán compartió 33 mil archivos de “la caja 2” con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, ICIJ. Sabemos ahora de sobornos en el megaproyecto Gasoducto del Sur y otras obras que los fiscales Vela y Pérez excluyeron del infame pacto con Odebrecht, regalándoles impunidad; poder para contratar con el Estado y pagar una ínfima reparación, entre otros. El Gobierno debería ordenar la intervención de las obras de la brasileña y consorciados, congelar cuentas e incautar propiedades para cobrar una cifra proporcional al daño moral y económico causado. ¡Oops!, pequeño problema, el presidente Vizcarra fue proveedor de Odebrecht y apoderado de GyM en Moquegua.
En marzo, la congresista Vilcatoma denunció ante la Fiscalía, a Marcelo Odebrecht, Barata, la pareja Humala y a otros veinte como organización criminal vinculada con el Gasoducto. El ahora conocido soborno de tres millones de dólares permitió a Odebrecht “ganar” la licitación de un proyecto presupuestado en tres mil millones de dólares que sobrepasó los siete mil millones (Graña y Montero se asoció con la brasileña en el gasoducto, cuando ya había explotado el escándalo Lava Jato. ¡Increíble!).
Gustavo Gorriti, otrora principal investigador de Lava Jato, dice que la empresa “está obligada a explicar con claridad por qué omitió revelar hasta hoy esa relevante información […]”. ¿“Revelar”? Odebrecht no reveló, fue descubierta. Considera que “los actuales ejecutivos llevan la responsabilidad de una corporación que deberá pagar por […] las fechorías pasadas”. ¿Fechorías? Al diccionario: “Fechoría: 1. Mala acción. 2. travesura (acción maligna e ingeniosa)”. ¿El notable periodista de investigación califica al mayor caso de corrupción continental -que antes denunció documentadamente- de “mala acción” o “travesura”? También revela que “Odebrecht ha sugerido a los fiscales del Equipo Especial una nueva rueda de declaraciones en Brasil […]”.
¿Atender “sugerencias” de mentirosos y continuar con un Equipo Especial come cuentos? ¡Faltaba!
“¿Hasta cuándo toleraremos que quienes delinquieron decidan qué confiesan y a quiénes involucran?”, se lee en “Hildebrandt en sus trece”. Sí pues, ¿hasta cuándo?