Otra vez el “marqués”
Mario Vargas Llosa defiende a Vizcarra, otro de sus ahijados corruptos (Toledo, Humala y PPK). En entrevista concedida a Raúl Tola dice: “Yo creo que la Constitución peruana es muy clara, un presidente puede ser acusado, pero solamente puede ser investigado al término de su mandato y clarísimamente el flamante Congreso ha violado la Constitución con esta medida”. Resulta patético que el autoproclamado apátrida Vargas Llosa se la pegue de erudito de la Constitución “fujimorista” para interpretarla a su antojo y generar confusión. Connotados constitucionalistas ya dejaron en claro que la vacancia de Vizcarra por incapacidad moral permanente no vulnera nuestra Carta Magna.
Este fulano, desde la comodidad de Villa Meona (la mansión del difunto socialista Miguel Boyer, donde vive a todo trapo con quien fuera mujer de éste, Isabel Preysler) maneja un discurso bipolar sobre todos los temas: uno para el Perú y otro para España. A través de su Fundación Internacional para la Libertad, Marito lanzó un manifiesto cuestionando el confinamiento: “En España y la Argentina dirigentes con un marcado sesgo ideológico pretenden utilizar las duras circunstancias para acaparar prerrogativas políticas y económicas que en otro contexto la ciudadanía rechazaría resueltamente”. Nada dijo del brutal encierro al que condenó Vizcarra a los peruanos por largos meses, destruyendo la economía nacional y lanzando a la pobreza y al desempleo a millones, amén de un pésimo manejo de la pandemia que no frenó el avance del virus chino sino todo lo contrario, hasta el punto de ser el primer país del planeta en contagios y muertes por millón de habitantes.
El año pasado Varguitas dijo en Miami que Venezuela, Nicaragua y Cuba eran la “mancha más oscura” de la región y que “el pueblo cubano desgraciadamente sufre hace sesenta años una dictadura terrible”; sin embargo aquí apoya al vacado Vizcarra cuyo gobierno impulsó y votó por la candidatura de Cuba para que integre el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (lo hace ya desde el 13 de octubre pasado). Y Varguitas calló que su protegido Vizcarra posibilitó que la tiranía de Cuba se convirtiera en “vigilante defensora” de los derechos humanos. Algo “insultante para los cubanos perseguidos, reprimidos e inhabilitados en sus derechos y libertades esenciales”, esto sin olvidar que “Cuba es un impulsor de la violencia política interna y la brutalidad represiva y criminal que se vive hoy en Venezuela”, como escribió Miguel Lagos en el Panam Post.
Mario Vargas Llosa apoyó a Vizcarra cuando disolvió el Legislativo en septiembre de 2019 pisoteando la
Constitución. Entonces dijo “ha hecho bien cerrando ese Congreso que era una vergüenza para el Perú, un Congreso de semianalfabetos, de pillos”. Creo que si el “marqués” se mira al espejo, encontrará al pillo que trata de hundir al Perú desde que el país le diera la espalda en las urnas en 1990.