Parar el reloj
Jueves por la mañana, suena mi teléfono y al otro lado de la línea me habla un joven periodista; luego de saludarme me pregunta preocupado ¿la legislatura que vence el 26 de julio puede ser ampliada? Mi respuesta fue no, porque el reglamento del Congreso establece que la nueva se inicia el 27 de julio. Entonces, me dijo, qué va a pasar con las reformas políticas si no se llegan a aprobar dentro del plazo, ¿dejarían de aprobarse? Bueno, le dije, ten en cuenta que el Parlamento podría usar una vieja práctica parlamentaria que es la de “para el reloj”. ¿Qué cosa?, se preguntó él, Sí, le dije antiguamente, el Parlamento del Perú para cumplir con los plazos previstos en la Constitución, por ejemplo, para aprobar el presupuesto, ha recurrido en diversas oportunidades a la práctica de “para el reloj” del hemiciclo, de forma que los debates se prolongaban hasta que se apruebe la norma. Sí, me dijo, pero ahora está la prensa para… Cuando me dijo eso me preocupé, y lo interrumpí, porque el joven periodista me dejó notar qué poco conocía de las tradiciones parlamentarias y que estas no constituyen bajo ningún punto de vista alguna práctica ilegal.
Detener el reloj en los parlamentos es una vieja costumbre; no solo aplicada antiguamente en nuestro país, sino en todo el mundo. Es preciso hacer saber que los parlamentarios representan a la nación y que estos dentro de la autonomía que les consagra la Constitución son soberanos y pueden realizar estas acciones con el propósito de cumplir con los plazos que la legislación les obliga.
Durante la época bicameral en nuestro país y también durante los años 90, en la unicameralidad, y a efectos de cumplir con el plazo previsto para la aprobación del presupuesto general de la república, el viejo reloj del hemiciclo ha sido “parado”, para que Congreso pueda así cumplir con el plazo límite del 15 de diciembre para aprobar dicha norma, establecida en la Constitución. Por esa razón, y a iniciativa del doctor Carlos Torres y Torres Lara, presidente de la Comisión de Constitución al momento de redactar en nuevo reglamento, incorpora una importante modificación con el propósito de que el dictamen del presupuesto del Congreso se entregue a más tardar el 30 de noviembre, y así el debate de dicha norma, en el Pleno, tenga por lo menos 15 días de discusión y con ello no exista la necesidad de “parar el reloj”.