Penman: la agente australiana

¿A quién le interesa la opinión de la agente australiana de Amnistía Internacional, Madeleine Penman, sobre lo ocurrido en las violentas revueltas de diciembre de 2022 y marzo de 2023 contra el gobierno constitucional de la presidenta Dina Boluarte? Penman vive en la ciudad de México, al igual que el ex agente de la Unión Soviética, Daniel Estulín, quien en una entrevista dijo que por encargo mexicano debía movilizar a la población contra Boluarte y reponer a Pedro Castillo en el poder. ¿No se enteró de eso Penman o es parte de ese plan?

Amnistía Internacional hizo que la agente australiana agitara el avispero a dos días de la marcha convocada por la comunista CGTP, como para generar mala propaganda, creando una aparente noticia un día antes de la protesta del viernes. Así, los corresponsales extranjeros lanzaron, uno tras otro, envíos de barro afectando la imagen del Perú en el extranjero.

Usando el informe “¿Quién dio la orden?: Responsabilidad de la cadena de mando por muertes y lesiones en protestas en Perú”, la australiana sostuvo que “la evidencia apunta a la posible responsabilidad penal de la presidenta Dina Boluarte”.

Penman leyó las conclusiones de un informe financiado por una serie de países y organizaciones que constantemente atentan contra nuestra soberanía. Dijo, además, que “Boluarte podría ser considerada como autora mediata por las graves violaciones de derechos cometidos durante las protestas, pues los cuatro requisitos para comprobar la autoría mediata que pone la Corte Suprema de Perú habrían sido cumplidos en el caso”. Y después, como si el Perú fuera su sembrío de bananas, agregó: “Queda en manos de las autoridades investigar estos hechos y determinar responsabilidades penales”.

La australiana, doña canguro, debería preocuparse de lo que ocurre con la población nativa en su país. Según información de la BBC, la población aborigen sufre pobreza generalizada y desigualdad, y “más de la mitad de los niños encarcelados son aborígenes. Los australianos indígenas son las personas más encarceladas en el mundo.

Si eres un adolescente aborigen, es más probable que vayas a la cárcel que a la universidad, y una vez dentro del sistema de justicia, es muy difícil salir. Estas son realidades deprimentes y tienen sus raíces en el pasado colonial de Australia. Las masacres y el encarcelamiento de australianos indígenas permitieron el asentamiento británico desde finales del siglo XVIII”.

Y así las cosas en su tierra, Penman dijo a CNN que a veces la verdad duele y es incómoda para un país que “no quiere ver las profundas heridas que hay, el profundo racismo”. Esto cuando su isla de koalas y ornitorrincos es el epítome del racismo. Mientras aquí con orgullo sabemos que quienes no tenemos de Inga tenemos de Mandinga, en Australia el que no tiene de inglés, tiene de irlandés o escocés. Ocúpese de sus pobres compatriotas, señora canguro.

¿Hasta cuándo estas organizaciones transnacionales seguirán entrometiéndose en las cuestiones del Perú, y con qué intenciones?

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