Perón, el destructor de Argentina

El destructor de Argentina es Juan Domingo Perón. Hace casi más de setenta años, el militar apareció en la política y desencadenó la tragedia que vivió y vive. Argentina fue de los países más ricos del mundo a principios del siglo XX, hoy nada indica que saldrá de la pobreza, al menos en el siglo XXI.

Con más de cuarenta por ciento de pobres, una inflación galopante, multimillonarios robos de la versión más chusca del peronismo, es decir el kirchnerismo, y prácticamente tres generaciones adiestradas para la ociosidad, a punta de manutención estatal, no se ve ni una luciérnaga al final del túnel.

Puede que mañana el rugiente libertario, movilizador de esperanzas, Javier Milei llegue a la presidencia. Esto si acaso subió un par de puntos en los últimos días, alejándose del margen de “error” de 5% que presentan generalmente las últimas encuestas; esto porque saben que en toda elección hay trampa y que esta fluctúa entre 3% y 5%.
Milei sería un soplo de libertad contra la “brisita bolivariana”, un golpe al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla. Uruguay, Paraguay y Ecuador con presidentes alejados del socialismo del siglo XXI; y en Perú, Boluarte desmarcada de la influencia castro-chavista; hay algo de esperanza para la región que se desvanecerá si Milei no frena la debacle económica y no despierta al espíritu emprendedor, embotado de cerveza, colesterol y “platita” estatal. De su éxito dependerá que el timón gire a la derecha en este lado de América. Igualmente, lo que ocurra en 2026 en nuestro país depende de los logros de Boluarte, por eso aunque como prensa debemos estar vigilantes, no podemos darle como piñata, sea por rating o animadversión.

Lo que los argentinos llaman “retorno a la democracia” fue la elección del inútil Raúl Alfonsín cuyo único legado es el más hermoso discurso de renuncia a la presidencia. Su sucesor, fue el peronista Carlos Saúl Menem, el mejor presidente argentino del siglo XX, que realizó las reformas liberales requeridas.

En Argentina sólo han gobernado: los militares y el peronismo camaleónico, cuya última versión es el procaz kirchnerismo. Hasta Mauricio Macri fue presidente por el partido justicialista, de influencia peronista. Perón, amante de las ciencias ocultas, fue agregado militar en la Italia de Mussolini, a quien admiraba tanto como a Hitler. En Italia y aprendió las estrategias fascistas del miedo. En 1945 cuando la junta militar gobernante le exigió retirarse por sus relaciones sindicalistas, Perón usó la radio para despedirse del pueblo, usando la “estrategia del miedo”.

Anunció su duda de que continuasen los beneficios sociales. Fue detenido y miles de obreros se movilizaron reclamando su libertad y su participación en las elecciones del año siguiente. Perón engañó a los menos privilegiados y convirtió a la muchedumbre en el gran actor político peronista, por temor a perder las dádivas estatales.

El general Perón ganó las elecciones y selló el malhadado destino de Argentina, uno que quizá Milei logre cambiar.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.