Perú, donde todo ocurre…

Y nada pasa. Literalmente nada. Un expremier agravia a una congresista y el tema queda ahí, detenido. Se anuncia una nacionalización que no abaratará el gas, afectando severamente la economía, sube el dólar, la inflación es del 6%, el endeudamiento interno crece peligrosamente, este ‘gobiernucho’ ha gastado millones de soles y el Perú va hacia el abismo. Es indetenible. Empresarios y políticos se acomodan para salir mejor parados.

Hay un despacho real y clandestino como un garito: la ‘casa de Breña’, y otro para tontear a la ley: Palacio de Gobierno. Aun así, ahí aparecen US$20,000. Karelim, Lisbeth, Pacheco, el cajamarquino propietario de la ‘casa de Breña’ son una organización criminal: ‘Los bravos de Sarratea’. Se trafica con los ascensos militares, los puestos estatales se entregan a gente sin formación, prontuariada.

Los ministros son otra ‘Banda del Choclito’: el de Economía mete a sus hijos a trabajar en el Estado, sin pudor. Dice que ya salieron, aunque el delito está cometido. La parentela del estridente titular de Justicia lucra con el Estado. El de Salud tiene una amante muy movida, contrata a sus ‘amiguis’ que ganan buenas licitaciones. La señorita también se vincula con el ministro de Transportes, amigo de Castillo. Nadie renuncia. Hay una argolla de los ilustres hijos de Chota y aledaños enquistada en el poder.

Esta gestión gubernamental apesta tanto que enferma. Pero seguimos en el pasmo. La tolerancia muestra lo descompuesto que está el Perú. Amén del embajador cubano que es un ‘joyón’, espía de los peligrosos. Con un ‘pedigree’ de alto voltaje, maneja armas, inteligencia y todo lo demás. Prepárese, será peligroso y siniestro.

En medio de la corruptela el gobernante tiene los riñones de decir: “Los últimos escándalos (‘sic’) que se han ventilado, por ejemplo, en Palacio de Gobierno, son una muestra de que nosotros tenemos la capacidad moral de separar las cosas inmediatamente”. Así mienten los senderistas, haga memoria y no lo olvide. Igual que el pronto censurado titular de Educación, quien dijo ante el Congreso que no era violentista y que respaldaba la carrera magisterial, cuando son innumerables las pruebas de lo contrario.

Dos grupos políticos, Acción Popular y Alianza para el Progreso, insisten en colocarse al centro, un espacio que no existe, parecido al pleito de dos calvos por un peine. Una buena parte de los peruanos, más del 60%, repudia a Castillo. ¿Y?, papas con ají. Son responsables de la unidad de Castillo y Cerrón. El huancaíno, astuto, le dijo: voto en contra de la vacancia, pero compartimos poder, con sus cubanos, venezolanos, bolivianos más. El Perú se perdió.

Hay que ser memo o enfermizo para pactar con Sendero, un partido de 50 años que ahora está en la revolución pacífica, sin armas. Pero en cualquier momento estos señores usan las armas, como en Apumayo.

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