ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Poder y corrupción

Imagen
Fecha Publicación: 23/07/2022 - 22:59
Escucha esta nota

La lucha contra el pus de la corrupción y la impunidad no preocupan al “gobierno del pueblo”, más bien son su esencia. Cada día se destapan nuevos casos que involucran al presidente Pedro Castillo, a sus familiares y a su pléyade de chotanos. Ahora bien, este flagelo no es exclusivo del actual régimen, pero nunca como ahora el poder político estuvo tan copado por fuerzas delincuenciales. Hemos tenido como ministros a terroristas, a acusados de homicidio, ligados al narcotráfico y a Sendero Luminoso. Todo este descalabro tiene bases científicas. Veamos.

Se dice que el poder corrompe, aunque para el salsero y político panameño Rubén Blades, “el poder sólo desenmascara”. Lo mismo sostiene el profesor Nathanael Fast, de la Universidad de California del Sur. Ver: www.nathanaelfast.com Tras una serie de experimentos, en 2011 Fast y su equipo concluyeron que cuando el poder cae en las manos de gente que nunca desempeñó cargos de responsabilidad, se vuelven injustos y proclives a los actos inmorales e ilegales. Según Fast “tener un poder que no corresponde a tu estatus, ya seas un soldado o un estudiante, puede ser un catalizador de comportamientos denigrantes ajenos a la buena voluntad”. La profesora Katherine A. DeCelles, de la Universidad de Toronto, sostiene que el poder corrompe a aquellos quienes tienen una moral laxa, mientras fortalece las virtudes y bondad de la gente con fuertes convicciones morales.

Saquen sus conclusiones: tenemos un gobernante que jamás desempeñó un cargo de responsabilidad, cuyo estatus y preparación no corresponde al puesto que desempeña y cuyas convicciones morales son bastante laxas y se rodea de los peores. Esto no es democracia sino “kakistocracia”, es decir el gobierno de los peores. Lo que vivimos solo puede llevarnos a la decadencia de las relaciones sociales y a que todas las instancias de gobierno terminen controladas por ignorantes, incapaces e inescrupulosos.

Tomemos como ejemplo a Zamir Villaverde, otrora hombre de confianza de Castillo; hoy dice contar con audios que derrocarán a esta administración tratando de acogerse a la colaboración eficaz. Debe demostrar fehacientemente que Castillo es cabeza de una organización criminal y que hasta manipuló las pasadas elecciones “perjudicando al señor Rafael López Aliaga y a la señora Keiko Sofía Fujimori”. Villaverde fue expulsado de la Fuerza Aérea Peruana, FAP; en 2007 asaltó a balazos una pizzería miraflorina, fue capturado y herido de bala, recibiendo una condena de diez años por robo agravado. Salió a los dos años y siguió en las andadas. En 2013 fue condenado a cuatro años de prisión por colusión y falsificación de documentos, siendo liberado anticipadamente, y en 2016 su expareja lo denunció en la comisaría de La Molina, por violencia física y psicológica. ¿Cómo pudo Castillo confiar en un prontuariado así? Los estudios referidos líneas arriba lo explican a cabalidad.

Botemos a esta kakistocracia por los desagües de la historia. ¡Ya!

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookTwitter Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.