Poeta en el Perú
Un Poeta en el Perú es alguien que sabe que el suyo es un oficio que puede abandonar cuando la realidad lo asalte y las cuentas de teléfono, de alquiler, de agua o de los hijos se impongan como un llamado de atención a la prudencia, pero qué Poeta es prudente. Lo usual es que un Poeta no mida, no planifique, no proyecte sobre lo que lo tiene concentrado frente a la página. Entonces continúa, fabula, se inventa historias, construye escenarios, disputas, competencias donde todos sus “yo” se baten cuerpo a cuerpo; no importa lo que pase afuera. No importa que el mundo siga rotando y las canas empiecen a invadirle la cabeza.
Conocí a Héctor Ñaupari hace veinte años en una lectura de "En los sótanos del crepúsculo", su primer libro de poemas, en el Taller de Poesía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Desde entonces nos une una hermandad a prueba de antologías y posiciones políticas (léase esto como una puntual referencia a lo que puede enfrentar a dos coleccionistas de incorporaciones bibliográficas). Con Héctor Ñaupari integramos el Movimiento Cultural Neón, hemos coeditado dos antologías, publiqué el 2002 un adelanto de su poemario "Rosa de los vientos", fui editor de su libro de ensayos "Páginas libertarias" el 2004 y, desde el 2013, es uno de los benefactores del FIP Primavera Poética; por eso significa un honor ser el responsable de la edición de su esperado último libro: "Malévola tu ausencia".
La literatura me ha entregado mucho, participar y ser testigo de la consolidación de una obra con la contundencia estética de Héctor lo asumo como la afirmación de estar en la ruta correcta, pero sobre todo, caminar durante estos veinte años con Héctor Ñaupari ha significado confirmar que sí es posible ser Poeta en el Perú.
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