Prevención cero
Es desolador que cada verano las torrenciales y anunciadas lluvias perjudiquen a la población más pobre y que los instrumentos necesarios para atender la urgencia no estén disponibles en sus localidades. Las lluvias no son impredecibles como los terremotos, son un fenómeno natural recurrente, conocido tanto como sus huaicos, desbordes, deslizamientos, inundaciones, colapso de infraestructura y viviendas, amén de campos de cultivo y crianzas arrasados. Todo esto genera desesperanza, enfermedades y empobrecimiento, en zonas que justamente aspiran a labrarse un mejor futuro.
A estas alturas el Gobierno Central ha declarado estado de emergencia en 183 distritos de las regiones Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad, cuatro regiones donde la “reconstrucción con cambios” del pasado Niño Costero, en el año inaugural del desastroso gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, avanza con una lentitud e ineficacia pocas veces vista. En el norte, pues, llueve sobre mojado. A estas regiones afectadas en 2016-2017 se suman ahora Cajamarca y Tacna.
La declaratoria de estado de emergencia es una respuesta tardía. Tras el pasado y devastador ‘Niño’, el vizcarrismo no desarrolló un programa integral de prevención de desastres naturales, de cara al panorama de inestabilidad climática global. De hecho, los científicos siguen advirtiendo que los fenómenos de este tipo serán cada vez más feroces debido al fenómeno del calentamiento.
No solo el norte está en problemas: los deslizamientos provocaron la caída de un puente en la Panamericana Sur, en Moquegua; dejaron el saldo de diez muertos en las últimas dos semanas, incluido un niño en Mirave –pequeño poblado de la región Tacna– donde además fueron destruidas trescientas casas. En Áncash murieron un padre y sus tres pequeñas hijas cuando el lodo arrasó su casa. Y la lista trágica crecerá, y las lluvias no amainarán probablemente hasta abril. La costa central también se verá afectada.
¿Qué se necesita para evitar tanto dolor y pérdidas? Masiva reforestación de laderas y riberas, canalización de torrenteras, viviendas adecuadas. ¿Recuerdan cómo los rojos y antifujimoristas criticaban los tractores chinos que el expresidente Alberto Fujimori ordenaba colocar en diversos puntos del país? ‘Inservibles’ decían sus opositores, pero esos tractores estaban allí en el momento requerido y empezaban sus trabajos de protección de riberas y canalizaciones antes de las lluvias.
En las zonas en emergencia prolifera la minería, inclusive la informal. ¿Dónde están desembocando los tóxicos relaves? ¿Quién evalúa la calidad de las fuentes de agua? ¿Quién monitorea que la gente no esté siendo envenenada con metales pesados provenientes de esos relaves?
Yo les digo: ¡nadie!, porque este gobierno existe solo en las encuestas.
