Prohibido “cabecear”
La semana pasada las relaciones entre la Mesa Directiva del Congreso y los cronistas parlamentarios estuvieron tensas porque aún la Mesa Directiva no autoriza el ingreso de los hombres de prensa al hemiciclo conforme era costumbre en la historia del Parlamento.
Los periodistas y fotógrafos tienen el artículo 62º en el reglamento del Congreso que establece que “ Los periodistas y fotógrafos acreditados y los visitantes debidamente registrados permanecerán en los lugares asignados en la sala (hemiciclo), evitando perturbar el normal desarrollo de las sesiones”.
Es decir, que cualquier acto administrativo que se pretenda realizar en el Congreso contra la permanencia de la prensa en la sala de sesiones del Congreso debería pasar antes por una modificación reglamentaria.
La presencia de la prensa en las sesiones se realiza con el propósito de que informen sobre el debate parlamentario a la población. Antiguamente, cuando no existían los medios de comunicación que conocemos hoy, los cronistas parlamentarios, así llamados porque al no existir radio ni televisión solo prensa, redactaban en orden cronológico lo que pasaba dentro del hemiciclo. Con el tiempo la radio y, sobre todo, la televisión dejó atrás la redacción de las crónicas parlamentarias.
Las crónicas parlamentarias no contenían “juicios de valor”, para eso existían las columnas de opinión como la que estamos leyendo hoy y el editorial del medio de prensa donde el director del diario daba su punto de vista sobre algún acontecer político o social.
La presencia de la tecnología en la política ha generado un cambio radical en las comunicaciones haciendo “la vida pública” transparente, pero ¿todo debe ser transparente o debería haber límites? Hay actos privados inconscientes que hacen los congresistas en el hemiciclo como por ejemplo “cabecear” luego de varias horas de debate en el hemiciclo, acción que con toda seguridad también lo hacen los periodistas, la diferencia está en que a los periodistas nadie les toma una fotografía como si se la toman a los congresistas y encima con una nota al pie de crítica propiciando una mala imagen del parlamentario. Pienso que por ese lado está la preocupación de la presidenta del Congreso y tiene razón.
Creo que la presidenta debe reunirse con el presidente de los cronistas parlamentarios y conversar sobre la importancia de la presencia de los periodistas en el hemiciclo y de los límites sobre la publicación de los actos inconscientes de las personas llamadas congresistas.
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