¡Que se vayan todos!
Castillo gozaba de una posición cómoda antes de esta última crisis. Los sondeos registraban que su aprobación subía y su desaprobación caía, siendo sus bastiones el Perú rural y el sector socio-económico “E”. No se entiende esta última maniobra de “cuestión de confianza” y el ingreso de Chávez a la PCM si no analizamos dos posibilidades: 1) Que sea consciente que viene un aluvión de colaboradores eficaces y elementos contundentes sobre su participación en la corrupción galopante que caracteriza a su gobierno. 2) Que se encuentre preocupado por la aritmética, es decir los votos, en torno a la figura de la suspensión, en la que se sospecha que habría un consenso mayor que alrededor de la vacancia. Pero también porque pareciera que la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales no va a inhabilitar a Dina Boluarte -el informe recomienda no sancionarla-, con lo que la renuncia de ésta a integrar nuevamente su Gabinete se puede interpretar como un anuncio público de que está en disposición de sucederlo al frente del Ejecutivo. Lo ha dejado solo y les ofrece subliminalmente a los actores políticos una transición post falso profesor.
Este movimiento de Castillo/Torres/Chávez los puede llevar a un callejón sin salida en donde el chotano termine siendo despojado de la banda presidencial. El diálogo -al menos el diálogo útil- a estas alturas resulta inverosímil. El informe de la OEA lo ayuda un poco pero será claramente insuficiente. Al amenazar tan abiertamente al Congreso activó el sentido de autoconservación de los parlamentarios y los votos, sino para una vacancia, puedan estar ya para la suspensión. Suspendido la cárcel sería su destino seguro.
¿Qué le queda? Pues tratar de virar de discurso y ganar tiempo comprando a algunos parlamentarios en estas horas. Sin embargo la otra alternativa es que promueva un asalto al Parlamento y en medio del desorden se instale junto a su familia en una embajada -como la de México o Bolivia- y logre impunidad. El tiempo, después de su torpeza, le juega en contra. Al parecer tiene a un Ejército poco comprometido con sus escenarios.
Castillo caerá pronto, pero el Parlamento está herido de muerte por evidenciar que está infestado de “niños” y de aficionados de la política. Sin un acuerdo político de adelanto de elecciones generales no se podrá avanzar. Va ganando la calle y los sentidos comunes el “¡Que se vayan todos!”
La gran pregunta que debemos hacernos es si estamos dispuestos y es lo más deseable para el Perú que la transición la encabece Dina Boluarte. A priori me suena como si se hubiese encargado a Ricardo Márquez o a Francisco Tudela encabezar la etapa post Fujimori. Sin embargo las ambiciones presidenciales de Boluarte pueden significar algunos votos que sumen para la destitución del aún Presidente.
Postdata: No quiero dejar de expresar mi profundo pesar por la repentina partida a la eternidad del joven aprista del Callao Miguel Ortiz Vásquez. Un entusiasta y leal activista. Lo conocí por un video de invitación que me hizo llegar la activista aprista y social de Ventanilla, Marlene Gutiérrez. Me invitaba a reunirme con la juventud aprista de Ventanilla. Tenía su club cultural de trabajo político juvenil “estrellitas chalacas -Ventanilla Angamos”. Cumpliré mi palabra y trabajaré con las juventudes chalacas en su recuerdo y memoria. Mis profundas condolencias a su familia y a sus compañeros y amigos. En el dolor... ¡hermanos!
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