¡Que se vayan todos!

La misión de la OEA que vendrá en los próximos días a verificar los argumentos de Castillo respecto a una actitud no correcta del Parlamento y el Ministerio Público va a constatar la existencia de 7 carpetas fiscales contra el chotano y centenares de indicios de comportamientos delictivos. Aún así el informe que emitirá será, con toda seguridad, relativamente neutral. Revisemos cómo esto es predecible vía la Comisión IDH, que ya en su documento previo a la decisión de que visiten Perú señala la inconveniencia del uso reiterado de herramientas constitucionales como la vacancia o la cuestión de confianza. En suma, así la corrupción sea de conocimiento en los próximos días de la OEA esto no abonará mucho en el fin de la crisis. Incluso en cierto sentido diría que beneficiará al falso profesor pues seguramente los comisionados exhortarán al diálogo y al consenso; cuestiones bastante difíciles, dado el talante de Palacio de Gobierno.

Sin apoyo internacional la cancha queda marcada alrededor de lo que se pueda hacer a nivel institucional en el país. Está claro que no se avanza respecto a una vacancia que requiere 87 votos. Lápices y “niños” por ahora lo hacen imposible. La denuncia constitucional de la fiscal de la Nación está controvertida, incluso por opositores a Castillo, así cómo el camino de la suspensión. Hay un entrampamiento evidente. Mientras, el panorama económico y social desmejora paulatinamente, sobre todo en el interior del país. Requerimos una salida.

Pienso en este punto que se debe construir rápidamente una presión ciudadana orientada no sólo a la salida de Castillo sino a que se precipiten elecciones generales anticipadas, pues el Congreso, atravesado por “los niños”, no ha respondido tampoco a ninguna expectativa social legislativa y ha cosechado un profundo rechazo en toda la patria. Es verdad que esta bandera apareció desde espacios semi aliados del gobierno hace unos meses pero hoy no podemos negar que se ha convertido en un sentido común popular que además se empieza a eregir como el único camino posible y que la gente no lo asocia necesariamente a sus primeros impulsores.

Un gran acuerdo político parlamentario, de sociedad civil y de fuerzas sociales de base y partidos políticos que no están en el Congreso es necesario para plantear que se convoquen elecciones generales vía referéndum para aprobar una reforma constitucional que fije un calendario electoral extraordinario. Sólo de esta forma podremos crear una confluencia más grande y eficaz contra la banda criminal instalada en Palacio de Gobierno. “Que se vayan todos” debe ser el giro que se debe tomar.

Por cierto la represión que ejerció Castillo el sábado contra la marcha pacífica ordenando a la PNP intervenir incluso con caballos y lacrimógenas -en una movilización donde habían niños y adultos mayores- amerita sin duda que el Parlamento interpele al ministro del Interior, ya que este último no tendrá la dignidad de renunciar como es clásico en la administración del sombrero. Esas actitudes son reprochables e inaceptables.

Hemos de mencionar que en dicha marcha participó masiva y animosamente el partido de Haya de la Torre con sus banderas de libertad y justicia social, dándole un mensaje al país de que estamos para ser parte activa de la lucha política y social. Hubo banderas apristas no sólo en Lima sino en Cusco, Arequipa, Junín, Trujillo, Chiclayo y en otro puntos. El Apra vuelve.

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