Quitémonos el sombrero!!!

El gobierno de Castillo hace poco cumplió cien días desde que asumió la conducción del país, pero parece que hubieran transcurrido años. La cadena de malas decisiones, nula gestión y la acelerada degradación del Estado nos hacen cuestionarnos seriamente si el Perú resistirá más tanta improvisación e ineptitud, además de la prepotencia y desfachatez que se muestra desde el Ejecutivo para urdir planes y concretar sus particulares objetivos, por supuesto que, alineados con su ideología, pero totalmente reñidos con los intereses de la nación.

En poco más de tres meses de gobierno, ya han desfilado dos gabinetes, sin contar las forzadas renuncias de varios ministros debido a escándalos. Sin que medie ninguna interpelación y menos censura por parte del Congreso, los ministros caen solos como se cae a pedazos la economía del país y de los peruanos por la impericia del gobernante de turno y sus secuaces.

Lo evidente de todo esto es que para elegir ministros y funcionarios en este gobierno no se recurre a la meritocracia, se busca todo lo opuesto porque así serán sujetos maleables, dispuestos a prestarse a cualquier argucia o acto reñido con lo ético y legal con tal de mantener el puesto con los altos ingresos y gollerías que este trae.

Hoy vemos a Bruno Pacheco, el secretario general de Palacio de Gobierno, un caricaturesco y sombrío personaje aspirante a ser el nuevo Vladimiro Montesinos. Tal personaje pretendería inmiscuirse burdamente en los ascensos de las fuerzas armadas para favorecer a militares amigos del presidente.

No conforme con esto, también presionó y hasta amenazó veladamente a un alto funcionario de Sunat para obtener la condonación de impuestos para la empresa Deltron porque el propietario es amigo suyo.

Al parecer ya es práctica común en este gobierno servirse del alto puesto solo para atender intereses particulares de su entorno, cuando no están perdiendo el tiempo y malgastando también recursos con fines ideológicos como impulsar la absurda Asamblea Constituyente.

Una vez en el gobierno Pedro Castillo nos muestra que los personajes fueron inventados porque en la realidad no ejercía ninguna de esas labores, siempre fue un sindicalista ideologizado y rodeado de recalcitrantes miembros del Movadef (brazo político de Sendero Luminoso).

Castillo no es un humilde campesino del pueblo como pretende convencer a la población. Pero lo que sí es concreto es que está manejando al país como su chacra donde se están beneficiando sus allegados ideológicos, amigos, compadres y claro sus paisanos chotanos.

Castillo ya ha dado en exceso razones para una vacancia por incapacidad moral, todo depende del valor que puedan mostrar los congresistas para actuar por el bien del Perú. Aunque algunos congresistas ya dan muestras de que no están dispuestos a renunciar a sus ingresos y privilegios que nunca tuvieron y que hoy disfrutan.

Así los peruanos estamos atrapados entre dos poderes que priorizan protegerse cada uno en lugar de al país que va rumbo al despeñadero. Este 27 de noviembre la población tendrá la posibilidad de ejercer su poder en la gran marcha que se está convocando para exigir la vacancia presidencial. Entonces veremos en qué lugar de la historia quieren estar los congresistas y si están dispuestos de una vez a sacar al zorro del gallinero.

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