¡Recuperando los gobiernos subnacionales tomados por el crimen organizado!
Por todo el Perú, van cayendo organizaciones criminales que, liderados por delincuentes, disfrazados de políticos, tomaron alcaldías y gobiernos regionales para saquearlas, para robarnos, sin arma en mano.
¿Cómo pudo suceder eso? ¿Cómo bandas de malhechores lograron lo que los partidos nacionales tradicionales no pudieron? Fíjense.
Todos los días, los noticieros nos previenen de la capacidad innovadora de los bandidos para crear nuevas formas de robar a los indefensos y desprevenidos ciudadanos. Efectivamente, los pillos, producto de la modernidad, de la caótica densidad poblacional, de la falta de vigilancia, persecutora y sancionadora de las instituciones del Estado, y de la existencia de una normativa que los favorece y protege, saben que pueden actuar como Pedro en su casa, hacer de las suyas, porque ¡NO LES PASARÁ NADA!
Algo similar ocurrió, en todo el Perú, respecto de los gobiernos subnacionales. Así es. Los delincuentes, con una buena billetera, producto de sus fechorías previas, se percataron de la incapacidad controladora y sancionadora del Estado, de la normatividad impulsora de la impunidad, pero, sobre todo, del vacío de representación social del que adolecían los partidos de rango nacional al interior del país.
Es así que surgieron, progresivamente, movimientos reivindicativos de todo tipo, organizaciones políticas distritales, departamentales y regionales, en todas las grandes, medianas y pequeñas ciudades del Perú. Ejemplos hay “COMO CANCHA”.
Quijotes, la representación social se concretiza a través del cargo público, al que se accede a través de las elecciones, siendo las organizaciones políticas las únicas facultadas legalmente para postular candidatos. Eso lo saben los delincuentes, los pseudos políticos que, ante la incapacidad de penetración en el tejido social de los partidos nacionales, dieron el gran salto e innovaron conformando sus propios partidos, en todos los rincones del Perú.
Con el tiempo, las bandas criminales, lideradas por pseudos caudillos políticos, naturalizaron su actuación política, mediatizándola. Pero, gracias al actual buen trabajo de la PNP, la fiscalía, el Poder Judicial y de la ciudadanía vigilante, cada vez más comprometida, están siendo descubiertas, procesadas y sancionadas penalmente.
Este humilde Quijote, a los que han constituido, apoderado o comprado organizaciones políticas, para figurar socialmente, les recomienda optar por ser el padrino, el alferado, el mayordomo en alguna fiesta patronal de la tierra que los vio nacer para lograr aceptación y ascensión social. Dejen la política para los mejores ciudadanos.
A los delincuentes les digo que irán a la cárcel, tarde o temprano, arrastrando a sus familias; corran, huyan, háganse los muertitos si aún no han sido descubiertos; ya no hay espacio para ustedes en la política.
Finalmente. A los partidos tradicionales, les recomiendo descaudillarse; los correligionarios dejen de encubrir y defender a ultranza a sus delincuentes históricos; si no, serán sancionados y condenados socialmente. ¡Jubilación Política Ya!