Reflexiones para el buen gobierno
Ver el espectáculo de enfrentamiento entre el Gobierno y el Congreso es un asunto patético. Las salidas políticas a los conflictos deben darse dentro de un marco legal y constitucional, de lo contrario es actuar fuera de la ley y toma ribetes dictatoriales. El enfrentamiento ocurre cuando los resultados electorales nos llevan a tener un poder ejecutivo sin mayoría parlamentaria. Algunos, le llaman “equilibrio de poderes”, cuando es todo lo contrario. Los últimos años en nuestro país, el Poder Ejecutivo no ha tenido mayoría en el Congreso, y es el país quien paga las consecuencias de los enfrentamientos. Tener un Poder Ejecutivo, con mayoría parlamentaria, bajo ningún punto de vista es una “dictadura”, ya que es el resultado de una votación democrática. Si a los que pierden una elección, el resultado electoral no les gusta, es una pena y hay que decirles que en las democracias lo que manda es el voto de la mayoría en las urnas. Los que ganan una elección tienen como responsabilidad también saber defender sus resultados, no solo con las votaciones y los actos gubernativos, sino en el campo mediático. Perder las batallas mediáticas deslegitima toda acción gubernativa. Este ha sido el error más grande de la mayoría parlamentaria de hoy en el Perú. No hay que tener vergüenza, cuando se tiene una mayoría parlamentaria. Muchos políticos se aprovechan de la ignorancia de la población en materia legal, constitucional y política, para hacer creer que es malo ganar una elección. El demócrata debe saber respetar los resultados de los votos. Hoy, el país sufre patéticos enfrentamientos. Si yo como gobernante no estoy “cómodo” sin una mayoría en el Parlamento, y no he sabido encontrar los mecanismos para una sana convivencia, simplemente me voy. Un gobernante, no puede estar perdiendo el tiempo en batallas que no se podrán ganar, dejando de lado a la población, por caprichos. El tiempo es escaso y tiene límites, y el pueblo lo que busca es el bienestar. Se elige a un gobernante, para darle felicidad a un pueblo, no se le elige para que todo el tiempo esté buscando enfrentamientos. Las minorías parlamentarias deben saber jugar su rol y no estar siempre buscando deslegitimar a la mayoría que ganó una elección. Si los políticos, mayoría, minoría y gobierno, fuesen serios, modificarían la Constitución, para incorporar un mecanismo adelanto de elecciones y ponerle fin a este tipo de crisis.