Renovación y agenda social
El sábado pasado, el instituto “Identidad”, dirigido por José Julca, invitó a los precandidatos presidenciales del APRA a intercambiar ideas en la sede de la Federación de Periodistas del Perú. En total, asistimos seis de los diez que han manifestado su voluntad de competir en las internas: Neptalí Ramírez, Juan Carlos Sánchez, Magno Mendoza, Yamel Romero, Augusto Valqui y un servidor. Hubo, además, destacados panelistas como Nidia Vílchez, Mónica Yaya, Ángel Sánchez Dueñas, Javier Labarthe, entre otros.
Mi alocución se centró en las razones por las que nuestra propuesta de renovación es superior a las demás, en particular a la de los exparlamentarios, quienes representan el establishment partidario. En esa dimensión expuse cinco cuestiones claras:
Somos la única tendencia que ha vuelto a poner en valor la vigencia del pensamiento de Haya de la Torre en el espacio público, resaltando el antiimperialismo constructivo, la unidad continental, la justicia social y la democracia, así como el ejemplo moral de Víctor Raúl.
Contamos con un planteamiento concreto denominado “Agenda Social”, construido a lo largo de más de 36 sesiones técnicas mensuales en la Casa del Pueblo de Miraflores. Fue presentada el 23 de julio ante nada menos que 45 coordinadores de equipos técnicos.
En los últimos cinco años, hemos recorrido 96 provincias del Perú, en costa, sierra y selva, consolidando una presencia territorial efectiva.
Hemos impulsado una nueva línea de voceros en diversos temas, quienes ya tienen presencia en espacios académicos y mediáticos.
Hemos marcado una distancia contundente con este gobierno y, por tanto, con las expresiones parlamentarias que lo sostienen, como Fuerza Popular y APP. Creemos que el APRA debe diferenciarse no solo de la izquierda marxista radical, sino también de los sectores conservadores de la derecha mercantil.
Finalmente, señalé que la Agenda Social gira en torno a cinco pilares fundamentales:
Un “shock” en seguridad ciudadana, con cuatro grandes decisiones: reforma de la PNP, del sistema de justicia, del INPE y un cambio de enfoque en las fronteras.
La lucha contra la corrupción, especialmente aquella vinculada a la inseguridad.
La generación de, al menos, tres millones y medio de puestos de trabajo en los próximos cinco años.
La profundización de los derechos sociales, en especial salud y educación, así como la lucha contra el abuso de los monopsonios y oligopolios.
El debate, hoy abandonado, sobre la necesaria reforma del Estado: reducción de sectores, digitalización y revisión crítica del proceso de departamentalización iniciado por Toledo.
Fue una gran jornada aprista. Estoy seguro de que la militancia que asistió, y aquella que nos siguió por redes sociales, celebró que la discusión alturada haya iniciado en el partido de Víctor Raúl. Agradezco a los compañeros presentes, en especial a quienes mostraron fervorosamente su adhesión al proceso de renovación.
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