Salvando el futuro del Congreso

Un congresista es tan humano como cualquiera de nosotros. Está sujeto a tentaciones y podrá tener diversos tipos de debilidades. Los entiendo cuando piensan en su futuro personal que muchas veces linda con decisiones parlamentarias que podrían ir contra ellos mismos. Sin embargo, lo que no entiendo es el porqué no toman decisiones pensando en un futuro que no les afecte. Veamos.

Sabemos que el funcionamiento del Parlamento precisa de reformas urgentes de cara a la transparencia, la representación, le ética y también sobre los procedimientos en la formación de leyes, control y fiscalización, sin embargo, alguna de esas reformas, podrían ir contra los actuales congresistas y evitan tomarlas para que no se sientan perjudicados.

Pero ¿acaso no podrían aprobar reformas y que se apliquen desde el 2027?, ¿no sería conveniente que se convoque a un gran debate, no sólo entre ellos, sino que participen personas naturales y jurídicas para que las reformas tomen en cuenta las percepciones de aquellas personas que no forman el Congreso y que tienen una visión diferente a la de ellos?

Uno de los ejemplos que vengo diciendo desde los diversos medios de comunicación es la de que los accesitarios deben reemplazar a los congresistas que son sancionados por actos indisciplinaros con más de treinta días de legislatura.

Esta propuesta a mi entender tendría dos efectos directos: el primero es que durante ese tiempo la población a la que pertenece el congresista no se vería afectada ya que la ausencia de ese parlamentario impide que los electores tenga a su representante en el Congreso que escuchen sus demandas; y la segunda razón es que podría generar que el parlamentario evite actos de indisciplina porque sabría que si él es suspendido sería reemplazado por su accesitario y también su personal de confianza durante el tiempo de la sanción. Esta propuesta también alcanzaría para los casos de licencias personales prolongadas.

Repito, este tipo de reformas podrían aplicarse para el próximo Congreso. Así como éstas podemos nombrar aquella que permitiría la renovación del parlamento por tercios o mitades, y también reformas relacionadas a los plazos para las investigaciones en la Comisión de Ética y en la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales y otras que eviten la fragmentación del Congreso, entre otras.

Hay que salvar el futuro del Congreso señores parlamentarios. Tomen decisiones que nos les afecte ahora pero no eviten que el parlamento del futuro funciones mejor.

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