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Se malearon los puneños

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Fecha Publicación: 10/03/2023 - 22:40
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Quienes intenten asaltar un banco recibirán los disparos de cualquier policía del planeta. Lo saben los cacos. Esta semana en Puno, el terrorismo quemó dos comisarías, una sede del Poder Judicial y atacó un cuartel del Ejército. En enero, en la región sur, también incendió estas instituciones estatales, incluidos seis aeropuertos simultáneamente. Hasta hoy el de Juliaca no funciona. Puno está convenientemente aislado.

Recorrer ese hermoso departamento es peligrosísimo. El tránsito del oro ilegal hacia Bolivia es la poderosa razón que explica esa violencia. Sume la intensa participación del Foro de Sao Paulo, de Evo Morales y sus huestes, mal llamadas aymaras, porque no toda esta etnia participa del salvajismo visto en Puno. Agregue la fuerte presencia del Movadef, con una célula potente en el gremio magisterial. Piense en Germán Tacuri, César Tito Rojas y otros sediciosos identificados plenamente por la DIRCOTE.

Toda la violencia vivida, en Puno y en el país, tiene solo reivindicaciones políticas: renuncia de Dina Boluarte, Asamblea Constituyente. En suma, la toma del poder. Grábelo en piedra: estos desmanes fueron preparados por la extrema izquierda a inicios de la segunda vuelta electoral. Pedro Castillo, mentiroso profesional pero siempre bruto, quiso coronar la estrategia con un fallido golpe de Estado.

Por eso resulta incomprensible que el gobierno de Dina Boluarte no parta de esta realidad para actuar. Ciertamente es un gobierno débil. No tiene bancada parlamentaria y ella perteneció al gobierno neosenderista de Castillo. Transita por la ambivalencia, no abjura de su pasado y quiere estar bien con dios y con el diablo. ¿Esto explica el desgobierno? Ojo, en el Congreso no hay votos para el adelanto de elecciones.

El terrorismo ha sido maligno en usar a los fallecidos en los desmanes. Ha conseguido que la izquierda sea su mejor vocero y que se sume a sus consignas. Nadie quiere muertos. Pero sin orden no hay derechos humanos. Pese a la bestialidad de los puneños violentos (no todos los son) el gobierno de Boluarte prohíbe el uso de las armas a las fuerzas del orden. Entonces, en Puno hay un falso estado de emergencia y las FF.AA. no tienen ningún control de esa zona y menos son la autoridad.

Seis soldados ahogados en el río producto del ataque de una turba belicosa y malvada que les tiraba ‘avellanas’ (pólvora), piedras y encima conocía a muchos de los uniformados, es un acto de barbarie.

A ningún organismo de DD.HH. se le movió un pelo. Ni un minuto de silencio en el Congreso. Parcas declaraciones del Ejecutivo. Será un gobierno débil, pero dispone de la inteligencia del Estado. Boluarte solo se limita a obligar a las FF.AA. a no disparar, y estas parecen estar desconcertadas ante el neosenderismo.

La presidenta no quiere quitarle la falsa legalidad a Fenatep (magisterio-Movadef) y estos petardearán el inicio del año escolar. El ministro de Educación pide perdón por decir que las madres aymaras exponen a sus hijos en sus marchas violentas cuando ni los animales actúan así.

Estos cuidan a sus crías con ferocidad. El ministro del Interior se disculpa por cualquier ofensa de la Policía, cuando ha sido afrentada por los terroristas. Boluarte se excusa también. Gobernando, usando la inteligencia, neutralizando la violencia saldremos de esto. Dialogar es imposible, mantener el orden es indispensable.

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