Se queda hasta el 2026
Hace dos días, la Presidenta Dina Boluarte descartó un adelanto de elecciones y confirmó lo evidente: permanecerá en el cargo hasta el 2026 como lo señala la Constitución. La bancada que llegó al Congreso con Pedro Castillo, de donde venía la exigencia de convocar a nuevos comicios, ha enmudecido al respecto. El Legislativo la respalda, vía negociaciones, pactos y/o prebendas, lo cierto es que no tendrá pedidos de vacancia. Boluarte se ha entendido con sus excompañeros de ruta. No así con la izquierda caviar de Verónika Mendoza, su exaliada y hoy enemiga íntima. Cosas de la política.
Con quien no ha logrado, ni logrará un entendimiento es con la extrema izquierda, también excamaradas. Estos anuncian la Tercera Toma de Lima para el 19 de julio próximo. No capturarán la capital, pero les sirve para posicionarse en el interior del país donde la gente está muy desanimada y sufre más la penuria económica y social. El mal manejo del dengue es el gran ejemplo.
La ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, renunció finalmente. Su censura era inminente. Médico cirujano, especializada en administración sanitaria, cosa que no abunda porque los médicos se forman para curar. Pero un administrador no puede gerenciar el sector Salud. Tiene que ser médico. La doctora Gutiérrez recibió un pasivo grande, pero no supo capear el huracán y murieron 250 personas por el dengue. El manejo de esta enfermedad tuvo el mismo estilo que el del ‘Largarto’ Vizcarra y sus ministros durante el Covid pandemia, dejar muertos. A Rosa Gutiérrez se le identifica como cercana al inefable ‘Lagarto’.
Se rumorea que habrá cambio de gabinete antes de fiestas patrias. Sabido es que ello no soluciona los problemas de un régimen. Refresca, claro está, pero no es una varita mágica. Si Boluarte no deja de nombrar gente gris, vinculada con ‘Los Cuellos Blancos’, con el gobierno de Castillo, de Vizcarra o de Humala solo tendrá fracasos. Cambiar cada 6 meses de ministros tampoco es un panorama halagüeño para el desarrollo del sector.
Nombrar un equipo eficiente para el Ejecutivo requiere de capacidad para gobernar, liderazgo. Malo que bueno ya se superó el desbarajuste que ocasionó el golpe de Estado de Pedro Castillo. Mas no los 50 muertos que dejó la violencia terrorista. Esos mismos grupos, los que promueven la Toma de Lima, le han endilgado a Boluarte la responsabilidad de los fallecidos. Lo repiten al interior del país y, lo peor, en el extranjero. No hay enemigo chico y menos cuando viene de las canteras del sanguinario Sendero Luminoso.
Si Boluarte cambia el gabinete debe pensar en un largo plazo y convocar a personas con capacidad de gestión, sin apetito político (fácil no es), con vocación de servicio y que conozca el sector, incluido sus chanchullos. Es a lo que se debe apuntar. Que la PNP capture al sanguinario ‘camarada Carlos’ en el Vraem no es porque el ministro del Interior sea competente.
Durante el gobierno de Castillo se realizó la contundente y exitosa operación Patriota, también en el Vraem. Fue a espaldas del mandatario filo terrorista. En el Perú una de cada tres personas ha sufrido un asalto en el último año. La vida cotidiana está tomada por el hampa. Se requieren ministros solventes y una presidenta que busque a los mejores y que no gobierne con su hermano.
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