Señales y pensamiento desde lo abdominal
El aparato digestivo tiene más de cien millones de neuronas (tantas como las del cerebro de un gato), más que las que tiene la columna vertebral. “…estas células cerebrales controlan el movimiento intestinal, llamado peristaltismo, o la secreción de sustancias al intestino para la digestión y están controladas por el sistema nervioso central y autónomo...” precisa la Dra. Susana Jiménez Contreras de la Fundación Española del Aparato Digestivo. Agrega que “… estas neuronas pueden funcionar de manera independiente del sistema nervioso central (cerebro) y autónomo”. Por ello se considera al estómago como el segundo cerebro.
La Federación Internacional de Diabetes (IDF por sus siglas en inglés), teniendo en cuenta la gran cantidad de datos existentes ha recomendado que “… la adiposidad central (abdominal) es común a todos los componentes del síndrome metabólico (SM). El aumento de perímetro de la cintura…, se considera en la actualidad un requisito necesario para establecer el diagnóstico de SM. Esta consideración tiene la ventaja que la simple determinación del perímetro de la cintura representa una primera prueba de detección del síndrome que se puede realizar de manera sencilla y muy barata en cualquier parte del mundo” (“Una nueva definición del Síndrome Metabólico” Paul Zimmet, K. George Alberti y Manuel Serrano Ríos).
Entonces, sabemos que el sistema digestivo es el segundo cerebro y que la adiposidad central (abdominal) es común a todos los componentes del SM.
El SM es el antecesor de la diabetes, hipertensión, enfermedades coronarias y varios tipos de cáncer (enfermedades crónicas no transmisibles - ECNT).
El segundo cerebro nos da señales de salud por su perímetro abdominal.
Podemos revertir o retardar el SM y con ello las ECNT, como comentamos, con mejor alimentación (sobre todo control de cantidades y repeticiones, reducción de azúcar blanca y harinas procesadas), un poco de ejercicio, dormir bien y manejar el estrés.
Podemos comentar este tema y dar a conocer este ejemplo a nuestra familia, compañeros de trabajo, amigos del barrio, de carpeta en los colegios, institutos y universidades.
“Hombre prevenido vale por sí mismo (o sea, por dos)”, dice mi buen amigo Fernando Pinto, previniendo que nos potenciamos nosotros mismos en el hoy y por más tiempo. Nadie tiene la salud comprada pero sí podemos bajar las probabilidades de deterioro, más aún con relación a la pandemia moderna, la del siglo XXI, que son esas ECNT.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.