Skype: el fin de una era y la evolución de la comunicación digital

Después de casi 20 años de servicio, Microsoft anunció el cierre definitivo de Skype, la emblemática plataforma de videollamadas que transformó para siempre la comunicación a distancia. A partir de mayo, los usuarios deberán migrar a Microsoft Teams para no perder su información de inicio de sesión.
La decisión de Microsoft no es aislada ni caprichosa: responde a la evolución natural del mercado tecnológico. Hoy, más del 70% de las empresas a nivel mundial utilizan plataformas colaborativas como Teams para mejorar la productividad y optimizar la comunicación interna, como explica Patricia Paulet, subdirectora de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de IDAT.
Desde su lanzamiento en 2003, Skype fue pionero, permitiendo a millones de personas hacer llamadas gratuitas y videoconferencias desde cualquier lugar del mundo. Su adquisición por parte de Microsoft en 2011, por 8,500 millones de dólares, parecía prometerle un futuro brillante dentro del ecosistema de la compañía.
Sin embargo, el tiempo no fue benévolo con Skype. Nuevos competidores como WhatsApp, FaceTime y Zoom, con mayor agilidad y mejor adaptación a dispositivos móviles, fueron desplazándolo paulatinamente.
La pandemia de COVID-19 terminó por acelerar este cambio: mientras plataformas como Zoom crecieron un 300%, Skype vio disminuir su base de usuarios drásticamente.
El cierre de Skype marca el fin de una era, pero también subraya una lección crucial: en tecnología, la evolución es constante e implacable. “La transformación digital es imparable, y las empresas deben innovar continuamente para mantenerse competitivas en un mercado que cambia a gran velocidad”.
Despedimos a Skype, no solo como una aplicación, sino como un símbolo de cómo la tecnología puede conectar al mundo y de cómo también debe renovarse para no quedar atrás.

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