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Tecnología y ser interior

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Fecha Publicación: 14/11/2021 - 22:10
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Desde pequeño me dieron muchas responsabilidades, mis padres consideraron que, por ser el mayor, debía ser el ejemplo de mis hermanos o que debía conversar con ellos cuando algo no era correcto en su actuar; en la escuela primaria de mi pequeño pueblo, al ser el primero de la clase, debía asumir ciertas responsabilidades tanto con mis compañeros como con la profesora; al culminar mis estudios primarios debí salir de mi terruño, dejando mi hogar y a mi familia; la hermana de mi padre me acogió en su hogar durante dos años, en dicho tiempo cursé el primer y segundo año de secundaria, en un colegio nacional de un populoso distrito de Trujillo; antes de iniciar el tercer año, tuve la oportunidad de postular al colegio militar de la ciudad de Chiclayo, al cual ingresé dentro de los primeros puestos del orden de mérito, haciéndome merecedor a la beca de alimentación; durante tres años, mientras completaba mi secundaria y cumplía con el servicio militar, consideraba que -en cierta manera- contribuía a la economía familiar, al evitarles un gasto.

Como verán, solo viví con mis padres y hermanos hasta culminar mi educación primaria; cada vez que volvía a mi pueblo y a mi hogar, a pasar periodos cortos de vacaciones, sin querer y sin intención, me consideraba y me consideraban como una visita.

A pesar de la lejanía física, siempre ha existido en mi ser ese amor por la patria chica y por los seres más cercanos, la conexión jamás se perdió; hoy en día, la tecnología ha superado las distancias tanto en tiempo como en espacio.

A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de conocer un sinnúmero de personas, de diferentes orígenes y diferentes condiciones, intercambiando ideas y experiencias, forjando relaciones de amistad y de fraternidad.

Quizá coincidan conmigo en la idea de un mundo cada vez más pequeño, donde todos los pueblos y las personas disfrutamos de más oportunidades de conexión; esto, que ocurre en el plano exterior, debería suceder en nuestro plano interior; junto con el desarrollo externo y el aumento de oportunidades, debe haber un desarrollo interno y una profundización de nuestras conexiones sentimentales; nos hemos venido preocupando mucho por la tecnología y hemos invertido grandes capitales, por qué no hacer lo mismo por el diseño de nuevas y mejores conexiones sentimentales así como por mejorar la tecnología de nuestros sentimientos.

Es innegable el gran desarrollo que se viene dando en nuestro mundo, pero sentimos que algo falta: no podemos conectar nuestros corazones o nuestras mentes, es como si algo se interpusiera en ese camino.

Como seres humanos debemos abrir nuestros corazones a los demás y ofrecernos a la conexión de nuestras mentes y corazones, de una manera genuina; todo ello, sin dejar de lado la inteligencia sobre estas conexiones, dejando de lado cualquier tinte ideológico, religioso o político, derribando las barreras o muros que nos separan; el desarrollo, tan ansiado por todos, no debe ser una carga para nosotros como seres humanos, sino que debería servir para mejorar nuestro estilo de vida y la manera cómo nos comportamos con nuestros semejantes y con la madre naturaleza.

En la sociedad actual, vivimos rodeados de información en cantidades nunca vistas; sin embargo, no siempre le prestamos atención; deberíamos utilizar toda esa información para el cambio de nuestro ser interior, como el derrotero que nos permitirá llegar al desarrollo es permitir que la información que tenemos a nuestro alcance realmente nos cambie como personas.

Cada uno de nosotros es un ser lleno de talento y tenemos mucho que ofrecer al mundo, reconozcamos lo afortunados que somos, canalicemos nuestras energías hacia el impulso, la positividad; difundamos ello y hagamos que llegue a cada rincón de nuestro país y del mundo. ¡Usemos la tecnología en nuestro ser interior!

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