Transición a ciudades más verdes
Las ciudades verdes ya no son solo un ideal ambiental, sino el motor emergente de crecimiento económico y cohesión social en diversas partes del mundo. Así lo revela el informe internacional de las C40 Cities, que demuestra cómo los centros urbanos comprometidos con la sostenibilidad están generando empleo, atrayendo inversión y mejorando la calidad de vida de sus pobladores. Estos resultados alientan a otras urbes a apostar por este modelo que equilibra progreso y respeto por el entorno.
Se desprende del estudio que las ciudades generarían R$1,4 billones (US$280 mil millones) para 2040 si invierten en capacitar a su fuerza laboral e incluyen a trabajadores locales y migrantes en sectores sostenibles. Es un hecho que hasta el 40 % de los nuevos empleos en 2040 estarán relacionados con la economía verde.
Entre los sectores que tienen mayor crecimiento está la construcción sustentable, el transporte limpio y la gestión de residuos y reciclaje, áreas que pueden crecer siempre y cuando existan políticas públicas y supervisión adecuadas. De lo contrario, se perderían hasta 6 millones de empleos, lo que hace urgente adaptar la fuerza laboral a los desafíos climáticos y tecnológicos.
Para ser una ciudad verde, los distritos inician creando bosques urbanos, sustituyen el uso de buses de diésel por vehículos eléctricos, construyen caminos que alienten el uso de bicicletas, separan los residuos. Con ello, las ciudades que pertenecen a C40 Cities combaten el cambio climático, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentan un desarrollo urbano sostenible. Además, implementan acciones de salud para sus vecinos y crean un futuro más resiliente y equitativo a través de iniciativas.
C40 agrupa a alcaldes de las principales ciudades del mundo y ofrece apoyo, intercambio de conocimientos y colaboración para alcanzar estos objetivos. En América, las ciudades del C40 son Buenos Aires, Ciudad de México, Nueva York y São Paulo. Su responsabilidad abarca puntos clave como implementar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global; fomentar un desarrollo económico y social respetuoso con el medio ambiente y el bienestar de sus habitantes; tener iniciativas de urbanismo como programas de “Barrios Verdes y Prósperos” y “Calles Verdes y Saludables”, mejorando la planificación urbana, el transporte público y la eficiencia energética.
En el caso de nuestra Lima, existen iniciativas y proyectos en marcha para convertirla en una ciudad más verde, aunque enfrenta retos significativos. El programa Lima Verde tiene como reto plantar 1 millón de árboles para 2026. A la fecha, ha logrado plantar más de medio millón, mejorando la calidad del aire y la resiliencia. Otro proyecto es Lima 2035, que se enfoca en transformar el sistema alimentario de la capital al recuperar espacios públicos, la agricultura urbana y tecnología para captar agua.
Ser o llegar a ser una ciudad verde plantea un mensaje claro para los gobiernos del mundo y sus ciudadanos: apostar por la sostenibilidad no es un costo, sino una inversión con retorno garantizado.
Mira más contenidos en Facebook, X, Instagram, LinkedIn, YouTube, TikTok y en nuestros canales de difusión de WhatsApp y de Telegram para recibir las noticias del momento.