Tu fiel trovador

Es el título de un bello poema hecho canción por el reconocido y recordado músico cubano Adalberto Alvares Zayas, El Caballero del Son; cuyos primeros versos dicen: “quisiera olvidar tu sonrisa y no puede ser; quiere la imaginación estar contigo; eres en mi como guitarra al trovador, mi fuente más feliz de inspiración.”

Resulta que aquel fiel trovador se vio reflejado en uno de los más completos intérpretes que nuestra música criolla haya podido mostrar en los últimos 20 años; en una performance que cautivó en forma de recital casi por consenso; me refiero a don Carlos Arturo Castillo Grados; joven aún en estas complicadas y fascinantes lides, pero con un oficio del que hace gala desde muy temprana edad.

Si queremos resumir lo que Carlos mostró el último sábado en las acogedoras instalaciones del emblemático Centro Social Cultural y Musical Breña; debemos reconocer con satisfacción que tanto el repertorio escogido; el perfecto ensamble de acompañamiento; los cantantes invitados; la dinámica establecida a lo largo del show y el público homogéneo que abarrotó el club; hicieron posible que nuestra sagrada música criolla tuviera el tan ansiado marco de cultura y decencia. Todo casi perfecto para una noche irrepetible, dando a conocer el recorrido de un artista que hace lo que sabe y sabe lo que dice. Además, sin perder esa impronta criolla que logró de esta narrativa musical un ambiente ameno y de ubicado jolgorio.

La presencia familiar en tremendo ambiente criollo le dio el toque fiel y sensible a la noche; aquí Lorena, su esposa, puso la cuota tierna en su momento; y luego sus encantadores padres Chabuca y Manolo se ganaron las nutridas palmas por ser ellos los forjadores de una persona tan llena de cualidades y calidades humanas y artísticas.

Si bien es cierto, en la generalidad de los casos, los referentes van acompañados de extensas trayectorias y años de recorrido; en este particular, vemos en Carlos, sin ninguna duda, a un personaje que viene dejando una temprana huella a seguir.

Que nuestro acervo viva con más frecuencia esta natural alternancia, con nivel, con prestancia, con argumentos para comentar y analizar, con proyección, con ganas de que se repita, de que se comente, de que se recomiende y que siempre sea ejemplar. Carlitos lo logró y dejó una valla muy alta, pero qué bueno si se trata de querer difundir lo nuestro.

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