ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Un paso adelante y otro atrás

Imagen
Fecha Publicación: 09/07/2025 - 21:00
Escucha esta nota

No tengo idea quien o quienes convencieron a Ángela Leyva para volver a vestir la divisa nacional. Al final de cuentas es un asunto que no interesa investigar, al menos desde mi punto de vista, porque lo que cae por su propio peso es que está por primera vez a las órdenes del técnico Rizola y lo pensará muy sesudamente si se aparta de los halagos que significa lucir la maravillosa blanca y roja.
Ella fue la figura más sobresaliente de la selección que alcanzó un segundo y merecido puesto en la reciente Copa América, dando cuenta de Brasil por un 3 a 2 que nos devuelve la autoestima y que pone al Perú otra vez en la vitrina internacional tras una maldita suma de fracasos y desaires como cuando sufrimos hasta dos contrastes ante Chile, cuyos resultados hirieron de muerte el prestigio del vóley nacional.
Esto sin considerar ni por asomo la distancia que hoy nos aleja de Argentina y la aproximación vertiginosa de Venezuela y Colombia, que trabajan mucho mejor que nosotros, etiquetando el vóley femenino sudamericano como más parejo, sabiendo que las brasileñas si se presentan con lo mejorcito son muy superiores al resto.
Ya no cabe aquello dictado hace 24 años atrás cuando la CSV hizo dos grupos norte y sur tratando de darle mayor equilibrio a sus torneos, al reconocer que las nuestras y Brasil estaban muy, pero muy por encima del resto de selecciones. Con ello la final cantada era entre ambos. Y el resto se acomodaba como podía.
Esa situación atípica, hoy jubilada para siempre, sería inaplicable porque todos los países han crecido y no hay ya selecciones infinitamente inferiores como antaño, pese a que a contramano, la FIVB insiste en hacer torneos mundiales sub 17 y sub 19 con un número desproporcionada de participantes sabiendo que los niveles no califican para una competencia de categoría.
Nos imaginamos que impulsar torneos tan concurridos (24 selecciones) podría en paralelo tener un propósito extradeportivo. Saciar las ansias de dirigentes que buscan hacerse notar en sus respectivas federaciones nacionales, logrando que sus magros representantes alcancen protagonismo aún cuando queden por las patas de los caballos.
Algo de esto podría ser cierto y algo nos toca a nosotros por cuando este mundial sub 19 nos ha tomado con un resultado muy malo, más o menos previsible, donde no se ha podido mostrar un nivel de competencia mínimo y más bien ha desnudado que nos falta una sola palabra: trabajo.
Sin trabajo y esfuerzo diario, permanente, sostenido, nada nos va a caer del cielo, los clubes y las ligas tienen el mayor peso y la más dura responsabilidad le corresponde al ente federativo para atender esta cruda realidad, nada podemos mostrar si nos limitamos a recordar tiempos idos que fueron brillantes y que no volverán por arte de magia.
La llave de una flagrante verdad también pasa por reconocer que no podemos llenar la Liga Superior Peruana de extranjeras. Alguna vez dijimos y nos reafirmamos que el torneo local parecía un certamen de sextetos conformados por jugadoras extranjeras reforzados con nacionales. Y frente a eso la federación hace mutis porque privilegia el espectáculo televisivo y la concurrencia pero margina la siembra de nuevas jugadoras.
Es acaso ese su objetivo. El mundial sub 19 nos ha hecho ver que hay mucho por atender para recuperar lo que fuimos hace varias décadas. Lo tendrá claro la dirigencia, es una pregunta recurrente. El comando técnico está pensando en que. No se dan cuenta que tienen una enorme responsabilidad a cuestas. Señores despierten !

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.