Un premier digitado
Cuando el expremier Alberto Otárola conversó sobre su salida con Dina Boluarte exigió no perder contacto con la Fiscalía. Él es su abogado, convenía a ambos. Otárola es cuestionado por su cercanía con Félix Rosenberg, el llamado ‘rey de los casinos’ con quien tiene enorme intimidad. Su situación legal no es de las mejores. El caso Yaziré Pinedo no solo lo sacó del puesto, en el que se sentía tan seguro, si no que le dejó un proceso fiscal complicado. Vaya desenlace para un amorío fugaz que según Pinedo duró solamente siete días, el 2021. Otárola necesita el vínculo con el poder fáctico del Ministerio Público (Barreto, Colchado, Villena, etc.) y la JNJ. Patricia Benavides es su antípoda, son enemigos.
Por eso designó como nuevo primer ministro a Gustavo Adrianzén. Son amigos, ambos trabajaron para el gobierno de Humala. Adrianzén fue silente con las trapacerías de la dupla Heredia-Humala, pero abiertamente hostil y perseguidor con Alan García. Obsecuente con el poder, hasta el extremo de expectorar a la mala a la exprocuradora de Lavado de activos, Julia Príncipe, siendo ministro. Es un funcionario que actúa de acuerdo a la contrata del momento.
Dicen que Harvey Colchado es ‘pinky friend’ de Otárola, por ende, de la cuestionada fiscal Marita Barreto. Probablemente sea el artífice del pastelón “Lo único que quiero saber es si me quieres o no…, mándame tu CV”. No habla bien del expremier que sea el director de este libreto. No dio la cara, se escudó en Pinedo, lanzándola, al foso de los leones.
En los medios se comenta que el expremier tiene videos no santos que habrían salido si permanecía en el poder. Contratado Adrianzén, lo ayudará en Fiscalía. No obstante, es consenso que defendió correctamente al país en la OEA de las politizadas denuncias sobre los violentos sucesos de enero del 2023, liderados por Movadef (Sendero Luminoso).
Desde hace algún tiempo vemos que se crean estructuras de poder en el ámbito judicial que devienen en organizaciones criminales bien montadas, con tufo de decencia y legalidad. En el caso Los Cuellos Blancos del Puerto el país estuvo patas arriba durante un largo período, la Fiscalía y el Poder Judicial perdieron autonomía, albergando a clanes gansteriles.
El caso Lava Jato tiene las mismas características. Gracias a fiscales rendidos a la sensualidad de poder: Pablo Sánchez, Zoraida Ávalos, Rafel Vela, José Pérez vendimos al país y nuestra honra a la corrupción de Odebrecht, Rutas de Lima, OAS y a tanto pillo que viene medrando de las arcas fiscales. En ambos, la presencia del IDL es grosera. La farsa de estos días: “me quieres… mándame tu CV” es fina cortesía de Otárola. La fecha del cursi audio no interesa. Pinedo, pareja relámpago o no, obtuvo jugosa contrata estatal el 2023, cuando el autor de “mándame tu CV” era Premier. El segundo más poderoso después de la presidenta Boluarte.
La mandataria y Otárola también pactaron sacar de esta pantomima al hermanísimo Nicanor Boluarte. Imposible. Los peruanos tenemos un sexto sentido para detectar el uso indebido del poder. Adrianzén, evidentemente, será ajeno a esta situación. Es la condición de permanecer en el poder. Cada día más, la política peruana se maneja en la Fiscalía. La destitución de algunos miembros de la JNJ es una noticia alentadora.
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