Una “coalición criminal”

Las evidencias de una organización criminal alrededor de familiares y allegados del Presidente de la República Pedro Castillo y su centro de operaciones en Breña coinciden con el establecimiento de una nueva convivencia decadente que sostiene ahora al gobernante.

Una suerte de “coalición criminal”, pensada sólo en la defensa de intereses particulares y no en los inmensos problemas de la gente.

Las imágenes donde Castillo aparecía a media noche entrando a la famosa casa de Breña dieron la percepción a varios que una vacancia podía ser un objetivo alcanzable. Finalmente no ocurrió. El fracaso estruendoso de la moción al no alcanzar siquiera el número mínimo para ser debatida oculta de la mirada lo más importante: Castillo no representa ya un espíritu de cambio social frente a sus votantes, es ahora un embustero más, un Toledo o un Humala.

Y la razón por la que no ha caído -y quizás no caiga pronto- es porque, ante el desorden, Cerrón -procesado por corrupción- aprovechó para hacer valer sus votos en el Congreso, de esta forma conserva posiciones en el Gobierno y quizás las aumente si hay cambio de Gabinete. Perú Libre ha sido el más fortalecido de toda esta trama.

Aparece a su vez Acuña, quien ahora tiene al secretario general de Palacio, Carlos Jaico, y seguro tendrá pronto influencia en un par de ministerios y protección para sus universidades a cambio de sus 13 votos monolíticos de los 15 de APP. Dentro del clan familiar Acuña hay varios con problemas judiciales y sentencias por cierto. El caso de Luna Gálvez y Podemos Perú es igual, sólo que en versión miniatura.

Esta coalición aparentemente puede estar siendo potenciada por Vizcarra, que sería el operador ante empresarios mercantilistas que ya lo apoyaron a él en su presidencia; también frente a los gobernadores regionales, con quienes sabe cómo tratar, a su vez echaría mano de su cercanía con Zoraida Ávalos del Ministerio Público para empezarle a construir a Castillo un esquema en esa dimensión.

Intentará también regresar al Congreso, en donde sacaría petróleo frente a la experiencia reducida de la oposición parlamentaria que tendría al frente. “El lagarto”, como sabemos, tiene un rosario de denuncias y procesos por corrupción en Moquegua, el “vacunagate”, “Chinchero”, etc.

La izquierda sanisidrina elitista busca conservar el MEF y demás posiciones ya ganadas. Recularon en sus críticas y presión cuando se dieron cuenta que “Plan Dina” no era posible con Cerrón y Acuña cerrados en sus votos.

Una pregunta suelta importante sería : ¿Quién es responsable de hacer entrar a Acción Popular en este esquema tan sórdido? Lescano sólo no puede ser. ¿Aló, Raúl Diez Canseco?

Pienso que este “Frankenstein” es una bomba de tiempo. Desde lo político Castillo es un “Dead Man Walking” sin posibilidad de arremeter con algun proyecto auténticamente transformador.

Creo que la primera crisis que puede tener esta “coalición criminal” es la posibilidad y/o necesidad de un cambio de Gabinete. Eso sería crítico. Hay 4 chantajes en juego, poco respaldo popular, un Presidente convertido ante la opinión en un pillo de esquina y una agenda social que día a día se desborda.

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