Una conversa entre patas

Muchachos, ya tenemos 48 partidos inscritos. Todos los que jodieron y joden al Perú tienen el suyo; hasta los fiscales Aladino Gálvez de Peruanos Unidos Somos Libres, y Duberlí Rodríguez Apolinario de Unidad Popular; justamente los que deberían investigar a Luna, Acuña, Keiko, Vizcarra, Cerrón, Molinelli, etcétera, etcétera.
Tranquilo, que te faltaron joyitas como el Puka Bellido de Pueblo Consciente, Popi Olivera de Fe, Álvaro Pegalón de la Barra de Fe en el Perú, y el rojazo Bermejo de Voces del Pueblo. Entonces, respondiéndole al Nobel Vargas Llosa: no sé cuándo se jodió el Perú, pero sé que se sigue jodiendo.
¿Se enteraron que ya se estableció audiencia de prisión preventiva para Vizcarra? Todo es a consecuencia del poder que ha perdido Vlady Gorrito que, sin sus alfiles en la JNJ, se dio lo de Benavides. Donde sí tiene influencia aún es en la Junta Nacional de Fiscales Supremos; por eso es que se ha aguantado el retorno de Benavides. ¿Se percatan que Gorrito está calladito? Es la típica de quien, desde la sombra, está manejando las cosas. Si retorna la tía Bena, Gorrito está casi muerto, ya que lo primero que hará esta es abrirle proceso para canearlo por el caso de la llamada de Pedro Sánchez para parar el allanamiento a IDL. Ese caso es el que Delia Espinoza mandó al archivo.
Señores, ustedes hablan y hablan. No podemos seguir así; discutiendo en redes sociales no se gana nada, en la calle es donde están los votos; ya es hora de hablar claro en este país. Fíjense, seguimos chateando mientras la guerra en la fiscalía continúa. Acaban de reponer a Aladino como fiscal supremo y ya votó contra Benavides… ¡así como vamos no hay mucho futuro que digamos!
Quijotes, conversas así deben existir cientos de miles en todo el Perú. Pero lo cierto es que los malos siguen actuando impunes a vista y paciencia de todos. Conocemos sus delitos y cuchipandas, pero nada podemos hacer ya que Fiscalía, Poder Judicial, Procuraduría, PNP, medios de comunicación, empresariado, Congreso, Ejecutivo y parte de la población son parte del problema.
Notemos que, de a poco, cayeron prometedoras candidaturas, otras estarían por caer. Carlos Añaños ya fue; Carlos Álvarez, Rafael López Aliaga estarían a punto de caer. Entonces ¿qué hacer? Pues, desde mi perspectiva, cuando el líder y la cúpula de poder es corrupta, la maldad decanta al resto del país. Cuando no hay orden, se instala el desorden, la anomia social. Ante un gobierno débil y corrupto, la delincuencia penetra el tejido social y se fortalece.
Entonces, para cambiar el rumbo, debemos elegir como presidente a un brabucón de derecha democrática, dispuesto a enfrentar y vencer a la corrupción, a la delincuencia; uno sin antecedentes penales, sin hambre de dinero, dispuesto a expectorar amigos y hermanos de baja moral.
Quijotes, el Perú no precisa un innecesario, necesita un titán, un gigante dispuesto a todo por el Perú.

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