Unidad es la voz
No me cansaré de expresar que uno de los peores males que afectan la política peruana es la falta de unidad, la dispersión de agrupaciones políticas, que pensando igual o muy similar, se presentan a las justas electorales (algunas veces injustas) divididas, aisladas y cuyas bancadas parlamentarias en el Congreso de la República y también en los consejos regionales no hacen lo suficiente para concordar posiciones, concertar planteamientos y acordar estrategias.
Los afanes grupales o personales lamentablemente cierran el paso a posiciones de conjunto y por ello se pierden en el espacio, siendo la ciudadanía la perjudicada. El abanico de agrupaciones políticas es amplio y tiende a seguir creciendo lamentablemente, pues la normatividad vigente exige menor número de firmas, si bien ahora de militantes en contraposición a tiempo atrás, en que eran simplemente adherentes, pero lo cierto es que quienes firman los padrones no diferencian mayormente lo uno de lo otro.
Hoy en día también se requiere unidad en la lucha por evitar que el marxismo leninismo crezca en el Perú, sea por convicción o desidia. Dice refrán de data inmemorial que “la unión hace la fuerza”, pese a lo cual parecería ser que pocos lo recuerdan y muchos lo ignoran en la práctica.
Estando las agrupaciones políticas pensando ya en las próximas elecciones regionales y municipales, lo lógico sería que estén unidas, no necesariamente haciendo alianzas ni tampoco fusionándose, simplemente acordando apoyar al o a los candidatos de la agrupación política que en determinada localidad tenga las preferencias de la ciudadanía, lógicamente siempre que los candidatos reúnan los requisitos de idoneidad y preparación para el cargo, así como acrisolado comportamiento ético. Esto sería posible siempre que haya diálogo y estén dispuestos a ceder posiciones partidarias por el bien del Perú, sus regiones y también municipios.
La necesidad de unión también es de aplicación para los gremios, sean profesionales, laborales y empresariales, entre otros, para que la unión que se traduce en fuerza de pensamiento y en acción común, impida la prepotencia y autoritarismo, venga de donde venga. La desunión es historia antigua y ha recibido innumerables críticas y rechazos.
Quiero recordar una frase del religioso alemán Martin Niemöller, que algunos atribuyen a quien fuera gran dramaturgo Bertolt Brecht, aunque con diferente narrativa. Ella reza así: “Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron a buscar a los judíos, no pronuncié palabra, porque yo no era judío. Cuando finalmente vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”.
Las expresiones citadas son más que elocuentes. Conviene siempre tenerlas presente para no ser sorprendidos por los antisistémicos que quieren el caos para ganar posiciones y para estimular a que quienes deban unirse, que lo hagan, postergando lo personal ante el interés de la Nación.
Para más información, adquiere nuestra versión impresa o suscríbete a nuestra versión digital AQUÍ.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.