Vizcarrismo: incapacidad, doble moral y blindaje
El spot presentado por el Apra a la ONPE para que pueda, de acuerdo a ley, ser difundido en la franja electoral ha sido vetado por esta última. En el material se señala que Vizcarra es incapaz y que los problemas de seguridad, de salud pública, desempleo, entre otros, van en aumento y además se advierte que existe una amenaza chavista sobre el Perú. Si la oposición no es crítica y no señala los errores -incluso en tono ácido- del régimen, deja de ser oposición. Lo que esta censura a la libertad de opinión deja ver es que Vizcarra no quiere que el Perú cuente con posiciones antagónicas democráticas a su administración; le fastidia sobremanera las voces discordantes.
¿Está alejada de la realidad la afirmación de que Vizcarra es incapaz? El crecimiento proyectado para este año, según el MEF, es de sólo 2.2%, puede ser menos incluso; la ejecución de los ministerios está muy lejos de lo que varios proyectaban; a octubre estaban casi 2,500 proyectos en cartera de diversos sectores sin ejecutar. El empleo para los más jóvenes ha retrocedido, sólo en los últimos tres meses se han perdido casi 90 mil empleos juveniles. Está medianamente claro que en materia de seguridad estamos indefensos frente a la ola delincuencial que azota el país, con el agravante que se pretende evitar que los ciudadanos puedan portar armas para defenderse; la salud pública también está en estado crítico. Recordemos que de los 80 hospitales y los 1,000 colegios que prometió el mandamás de Palacio en televisión abierta no hay nada.
Además, en las dos últimas semanas hemos comprobado que la “lucha contra la corrupción”, tan impulsada publicitariamente por el mismísimo Vizcarra, es una farsa, ya que no ha removido de su puesto a Edmer Trujillo, ministro de Transportes y Comunicaciones, a pesar de las inmensas pruebas aparecidas sobre el “Pitufeo Moqueguano”, perpetrando así un descarado blindaje, quizás al saberse vulnerable por la exposición de una de las tantas fechorías cometidas bajo su mandato como gobernador regional de Moquegua.
No es una exageración pensar que algo similar al chavismo está en avance en el Perú; cada vez se impone con más agresividad una sola versión de las cosas en todos los espacios públicos; cada día el regente del poder se atribuye facultades más polémicas, como por ejemplo permitirse sugerirle a los electores criterios por los cuales regirse para votar, instándolos a elegir a quienes quieren eliminar la inmunidad, dizque porque así se combate la impunidad. Si realmente quiere combatir la impunidad que renuncie él a su inmunidad presidencial, para que las casi 50 causas abiertas en su contra en Moquegua sigan su curso, y que remueva al corrupto de Trujillo del Gabinete.