A pocos días de la llegada de la misión de la OEA al Perú, su impulsor, el secretario general, podría ser expectorado, con lo que los visitadores llegarán devaluados al Perú.
Se constata una política de parte de la OEA de un abierto encubrimiento para que la corrupción como fenómeno sistémico pase desapercibida o sea catalogada como de segundo plano.
Electo alcalde de Lima espera concretar una conversación con grupo de alto nivel para «decirles las cosas claritas» sobre el mandatario Pedro Castillo.