Buenos días, señor Hernando de Soto, asumiendo que llegue a leer estas palabras, quería tomarme el tiempo de poner por escrito aquello que viene quitándome el sueño desde hace dos semanas, y es que realmente creo que tiene usted gran responsabilidad en este enfermizo e inevitable insomnio.
Carlos Prado Vigil
Cuando pensamos en hazañas históricas de cualquier índole, siempre encontramos como hecho común el desarrollo de una estrategia brillante para alcanzar el resultado; lo podemos encontrar al revisar la Guerra de Troya, hasta, por ejemplo, la goleada que le dio Alemania a Brasil en el estadio Mineirao (BRASIL 2014).
Y así damos inicio a las ocho semanas de mayor angustia en los últimos 20 años (por lo menos) de nuestra vida republicana.
A pocos días de la decisión colectiva más importante del país, me es imposible no darme un espacio para poder reflexionar sobre qué es lo que, a mi criterio, más nos conviene a los peruanos para los próximos 5 años (o hasta que la oposición decidamos vacarlo).
A lo largo de mi experiencia como director de empresas tuve la suerte de conocer diferentes realidades empresariales, generalmente trabajaba con empresarios “autoempleados”, quienes si bien eran dueños de su compañía, básicamente lo que habían logrado era generarse un puesto de trabajo eterno, ya que si ellos no estaban, el negocio no caminaba; estaban también los “hipertecnológicos”, quienes g
Cuando te das el tiempo de conversar con un emprendedor que tiene por lo menos una década firme en el camino de ser independiente, buscando la consolidación de su negocio propio, vas a notar que el enfoque que tiene de las diferentes situaciones que se le presentan, es amplio y resolutivo, corto en tiempos de solución y siempre buscando alternativas poco convencionales pero efectivas, “lo que n
Hace poco más de diez años me encontraba trabajando en una compañía trasnacional, éramos cerca de tres mil trabajadores y la plana gerencial vigente se preocupaba mucho por generar un ambiente laboral bastante agradable. Teníamos durante el año muchas actividades de integración y los campeonatos de fútbol eran los más promocionados entre los trabajadores.
Yo recuerdo mucho cuando era chico que la gran mayoría de clases en el colegio no eran tan entretenidas que digamos, aprendías mucho pero era difícil prestar atención ya que siempre te distraías con tus amigos.
Cuando estás en la universidad, compartes con personas de múltiples perfiles, si bien tienes en común una carrera profesional, cada quién trae consigo sus hábitos y costumbres, hobbies adicionales, entre otras cosas propias de cada persona.
Cada vez que leemos una historia de éxito, sin importar de qué estemos hablando, negocios, cambios sociales importantes, evolución y hasta en las mismas guerras, siempre tenemos una cara y un nombre representativo.
Por diferentes razones y en diferentes momentos, he experimentado la misma sensación frente a las noticias con relación a la evolución de la economía; lo que se vive en la calle no va de la mano con los reportes de crecimiento o depresión, caída o recuperación que vivimos.
Los últimos cinco años de mi vida, he estado dedicado, entre otras cosas, a la asesoría empresarial, viendo desde diferentes ángulos las oportunidades de mejora de una compañía, pasando por la gestión de sus principales recursos.
Cuando me senté para poder empezar a escribir este artículo, pensaba en el tema a tratar y empecé a cuestionarme, “¿será una réplica del año anterior?”; claramente, la sensación que nos da empezar nuevamente una cuarentena por dos semanas con sabor a tres meses, es de terror.
En estos últimos meses, los temas de conversación no han sido tan diversos, todo ha girado sobre el covid-19 y variantes, restricciones y nuestra micro economía; esto defiere mucho de nuestra realidad previa a la pandemia, solíamos tener una batería de temas más variados, habiendo inclusive muchísimos temas políticos a tratar.
Hace algunos años, conversando con mi padre sobre las diferentes situaciones que él vivió en su juventud versus las que a mí me estaban tocando vivir con relación a la economía propia del país, las ventajas que nos ha traído la tecnología, la globalización y demás detalles que hace a mi generación ser “favorecida” frente a la suya, recuerdo la descripción que me dio del momento en que por decis
Cuando cursaba los últimos ciclos de mi carrera universitaria, fuera de las preocupaciones propias de los estudios, empezaba a ver dónde iba a hacer mis prácticas profesionales. Recuerdo mucho esa sensación de ansiedad por ver si finalmente había sido elegido.
Luego de los días festivos, poco a poco vamos regresando a nuestra realidad laboral y empresarial. Tal vez por cómo se dio el año pasado o por lo restringidas que fueron las celebraciones, aún no caemos en cuenta que estamos en un nuevo año.
Hace unos días, haciendo un recuento con mi padre de lo que nos ha traído este año, lo que se ha llevado y, en general, lo que hemos vivido, me hizo una pregunta suelta... “y entonces, ¿qué nombre le pondrías a este año?...