Boluarte y Otárola necesitan ayuda urgente. Su gobierno está pegado con baba y, encima, sigue cometiendo torpezas insoportables.
Hugo Guerra
Mañana debe lanzarse la ofensiva roja denominada “La tercera toma de Lima”. Sin duda será un fracaso total y quienes opten por la violencia deben estar seguros de que se les aplicará el sano principio de bala o ley.
A una semana de la llamada “tercera toma de Lima” a manos de subversivos, resulta urgente que el Gobierno adopte criterios firmes de defensa de la democracia y dicte medidas concretas de represión de la hordas que amenazan con la violencia.
La barbarie estallada en Francia por la cobardía del presidente Emmanuel Macron debe servirnos de alerta porque estamos en vísperas de una nueva ola de violencia terrorista.
Hay inquietantes evidencias de que el plan de subversión a gran escala de la izquierda puede estallar en cualquier momento.
Nano Guerra García ha vuelto a cometer un error garrafal al proponer como “la mejor” candidata presidencial a Keiko Fujimori. Con eso ha despertado a los leones dispuestos a comenzar una guerra electoral fuera de lógica y antes de tiempo.
Señora Boluarte, al cumplir los primeros seis meses de su gestión complementaria a la del golpista Castillo se muestra usted autocomplaciente y muy satisfecha con lo hecho.
El Gobierno ha prorrogado por 90 días el estado de emergencia en Puno, lo cual es correcto pero insuficiente. Informes de inteligencia abierta advierten que desde fines de junio hasta fiestas patrias habrá una nueva embestida de la subversión terrorista bajo el lema de la “Tercera toma de Lima”.
Se ha instalado entre los peruanos la creencia de que todo ha vuelto a la normalidad y que la crisis política ya desapareció. Pero nada más falso que ello.
La elección de Josué Gutiérrez como defensor del Pueblo reconfirma el turbio juego de componendas parlamentarias y la nula visión democrática de los congresistas, quienes debieron reformar una institución devenida en el mayor reducto caviar de la administración pública.
Los caviares son los auténticos enemigos del Perú y no debemos parar en el activismo democrático hasta que revienten como cucarachas bajo el zapato.
Señora Boluarte, usted se ha vuelto a comportar como una cínica, falsa y desvergonzada con nuestras FF.AA. y la PNP.
Definitivamente, el Perú está obligado a adoptar medidas más drásticas para controlar la crisis migratoria porque las reformas anunciadas son solo reactivas y no resultan suficientes.
Dina Boluarte tiene una crisis de identidad hasta hoy irresuelta: pretende ser presidente de todos los peruanos, pero gobierna como si todavía fuese la izquierdista exaltada que acompañó al golpista Castillo.
Lo ocurrido en Desaguadero, donde una parte de la población ha impedido al Ejército peruano izar el pabellón nacional, resulta inadmisible. Evidencia incompetencia y cobardía del comando militar local; y reconfirma la eventual complicidad con el movimiento separatista aimara del gobierno de Boluarte. Por lo mismo urge que el Congreso reaccione con energía.
Chile ha militarizado sus fronteras ante la avalancha de inmigrantes ilegales, provenientes de Venezuela, Bolivia, Haití y Colombia. Pese a que el gobierno de Boric es comunista su política exterior prioriza la seguridad nacional. Eso mismo debemos exigirle con urgencia a Dina Boluarte.
Es verdad, la exitosa realización del II Encuentro Regional del Foro de Madrid en Lima ha consolidado al Perú como bastión de la lucha anticomunista internacional, pero no es tiempo de celebrar, sino de fortalecernos frente al nuevo embate de narcosocialistas, gobalistas, caviares y demás rojimios.
La II Reunión Regional del Foro de Madrid, que se realizará esta semana en Lima, a mucha honra pone nuevamente al Perú en el centro del liderazgo de la lucha democrática mundial. Es una respuesta directa, clara y contundente al complot del Foro de Sao Paulo y su proyecto geopolítico del narco socialismo del siglo XXI.