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Luis García Miró Elguera

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Luis García Miró Elguera

La sesión del Congreso del jueves fue sencillamente ignominiosa. El Perú nunca esperó ver un espectáculo tan deplorable, como humillante.

Alejandro Toledo fue la versión inaugural de la labor que desempeñarían los caviares, o progre-marxistas, una vez instalados en el gobierno. Presumidos, corruptos, inútiles, prepotentes, mafiosos, mendaces, cleptómanos, atravesados, sectarios, fanáticos, etc. En suma, creadores de una fantasía que se la embuten al pueblo repitiendo discursos falsarios cargados de ilusiones, engaños.

Comprobado. El Poder Ejecutivo mantiene a un topo en el Legislativo. Su nombre es Daniel Salaverry. El mismísimo congresista que aterrizó en el Parlamento aupado por Fuerza Popular.

Tres casos que comprueban el título de esta columna:

PARA MIS AMIGOS TODO…

Los optimistas sostienen que el gobierno Vizcarra maneja el país en piloto automático. Aunque, más bien, quien viene piloteándolo es un kamikaze apellidado Vizcarra, que carece de conocimiento, adiestramiento, temple y decisión para regir los destinos de 31 millones de peruanos.

Vargas Llosa sintetiza de esta manera su atentado contra el progreso del Perú: “En política hay que elegir el mal menor (…) Puede uno equivocarse desde luego, pero en todos estos casos había que votar contra el fujimorismo”.

Conforme transcurren los días se aclaran las jugarretas de los fiscales Vela Barba y Pérez, plagadas de intrigas, enredos, engaños. Y finalmente, de trampas destinadas a blindar a la corruptora Odebretch y perjudicar al Estado peruano.

Analicemos las declaraciones prestadas a un medio vendido al Gobierno por el fiscal anticorrupción Reynaldo Abia, referentes al Convenio de Cooperación que suscribió con Odebrecht. Abia acusó a la constructora brasileña –y a su consorciada Graña y Montero– el 22 de agosto 2018. Semejantes respuestas merecían evidentemente la repregunta de un periodista desprejuiciado.

La noticia procedente de Ecuador desbarató la estrategia de los fiscales Rafael Vela Barba y Domingo Pérez. El portal La Posta confirmó que Odebrecht había sobornado a nuestras autoridades en la ejecución del multimillonario proyecto Gasoducto del Sur.

Es evidente el desmoronamiento de la tan cacareada reforma judicial. La explicación no es otra que su fundamento se encuentra mortalmente resquebrajado. Y no hay que ser zahorí para determinar que la razón de semejante fractura fundacional estriba en las leyes de pésima calidad que han dado origen a tal enmienda por parte de nuestro ordenamiento judicial.

Veamos qué dice el cable sobre una alucinante convocatoria del presidente Vizcarra a la comunidad de naciones, so pretexto de analizar la coyuntura en Venezuela.

La Gestapo criolla está operando a mil. Incluso ha optado por dedicarse a malversar el estratégico sistema de interceptación telefónica “Constellation” –que fue adquirido por el Estado con fines exclusivos de captar diálogos telefónicos referidos al terrorismo, así como al narcotráfico– para inmiscuirse hoy, en forma inconstitucional, antidemocrática, en casos de índole político.

La miopía de la inmensa mayoría de paisanos pensantes es verdaderamente brutal. Convencida de que Dios es peruano, o sabe Dios si alucinando cualquier otra tontería similar, la gente más favorecida de este país prefiere mirar hacia los costados en lugar de ver lo que realmente está ocurriendo en el Perú.

Un acucioso amigo alerta sobre lo que llama la instauración del chavismo tributario en nuestro país, a partir del mes pasado. Se refiere a la alucinante decisión de Sunat que aquellas personas y/o empresas que adquieran activos de terceros asumirán la deuda tributaria del vendedor en calidad de “responsables solidarios” de sus obligaciones.

El show terminó para estos fiscales Vela y Pérez y sus cómplices Sánchez, ex fiscal de la Nación, y Ávalos, actual titular del Ministerio Público. Ha quedado demostrado que Vela Barba y Pérez, ambos fiscales de inferior rango, firmaron un pacto artero, falaz y cómplice con la mayor organización criminal que haya operado en Latinoamérica.

Melodramático y trágico el panorama del Poder Legislativo a partir de que Kuczynski, primero, y Vizcarra después –con mayor agresividad–, emprendieran una campaña de descrédito contra el denominado primer poder del Estado. Y particularmente contra los parlamentarios del Apra y Fuerza Popular. Es evidente que este Congreso nunca pudo alcanzar el nivel que el país esperaba.

Gloria Montenegro, aún ministra de la Mujer –causante del papelón de unos generales del Ejército peruano disfrazándolos con mandilitos rosados, dizque para inculcarles el respeto por el sexo femenino– padece de delirios totalitarios claramente vetados en cualquier democracia y en todo Estado de Derecho.

Fuera de una retórica pendenciera y su obsesión por calumniar, descreditar y difamar al Poder Legislativo –una actitud abiertamente antidemocrática, golpista y totalitaria– el presidente Vizcarra es incapaz de exhibir algo como gestión de gobierno durante su año y medio en Palacio.

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