La falta de planificación efectiva y la baja inversión en infraestructura de transporte impactan la competitividad de la capital, con proyectos prioritarios como la Red de Metro que quedaron rezagados.
Desde provincias reclaman más dinero del fisco, pero de los 15’833,483,964 girados para proyectos solo gastaron el 56 %, devolviendo recursos millonarios por la falta de capacidad de gestión pública y por corrupción.